El presidente del PAN coloca
a muchos de sus hombres al frente del Consejo que seguirá el Pacto por México,
con Santiago Creel a la cabeza y distanciado del calderonismo.
En ciertos sectores del calderonismo se dudaba de los
beneficios del Pacto por México. Incluso mostraron cierta incomodidad ante la
posibilidad que se firmara antes del 1 de diciembre. Sentían que se habían
quedado fuera de la jugada.
Una semana después, podría
parecer que muchas de las 95 propuestas contienen una fuerte carga de
calderonismo, pero un análisis en frío revela que, aunque cierto, no es
estrictamente así. ¿Qué fue lo que pasó?
El lunes 3 de diciembre, el
presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, nombró a los integrantes del
Consejo Rector del Pacto. A cada uno de los tres partidos (PAN, PRI y PRD) le
corresponden tres puestos y otros tres al presidente Peña Nieto.
Por el PAN, quedó al frente el
ex precandidato presidencial y ex secretario de Gobernación, Santiago Creel
Miranda, coordinador de la Comisión Política del partido, que, al mismo tiempo,
es uno de los principales negociadores del pacto y responsable de muchas ideas
de la lista de compromisos.
Es bien conocido el distanciamiento
entre Creel y el calderonismo, que le hizo la vida imposible empezando por
sus aspiraciones a la candidatura presidencial. Cuando pasadas las
elecciones, el calderonismo apretó a Madero para que dejara su cargo, en vigor
hasta diciembre de 2013, aquel respaldó al presidente nacional de su partido.
Los otros dos personajes
nombrados por Madero para el Consejo rector fueron la senadora Rosa Adriana
Díaz Lizama y el ex gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo. De la
primera, los panistas comentan que es más o menos independiente y que
respondería más bien a lógicas locales de poder. Por su parte, Adame, el ex
mandatario morelense, representa al grupo de los llamados “ultras”.
Así que al menos con estos
tres panistas, contrariamente a las sospechas que señalaban que habría dados
cargados contra el calderonismo en el Pacto por México, el equilibrio estaría
firme.
Un cuarto personaje
confirmaría esta tesis. El ex secretario de Comunicaciones y Transportes y
ahora director general de la Fundación Rafael Preciado Hernández, Juan Molinar
Horcasitas, fue designado por Madero como secretario de la Coordinación
Técnica.
Molinar fue gran amigo de
Calderón hasta que se sintió apartado por el entonces presidente por
asuntos que le expusieron al linchamiento moral. Desde entonces, ha
recibido el abrigo de Madero y su grupo, cada vez más fuerte.
El martes 4 de diciembre,
Madero tomó más decisiones e hizo más nombramientos. Esta vez, de legisladores,
senadores y diputados para que concretaran los compromisos y no se quedaran en
el aire.
Sano equilibrio
Haber escogido a estos nuevos
personajes para ese fin ha supuesto dos lógicas. La primera que, debido a las
comisiones legislativas a las que pertenecen, son los más indicados para ese
trabajo. La segunda, que hubiera un sano equilibrio entre los grupos internos
del PAN.
Para el apartado de
Sociedad de Derechos y Libertades se escogió a la diputada Beatriz Zavala
Peniche y a la senadora Luisa María Calderón Hinojosa.
Para algunos expertos consultados
por este medio, Zavala era una calderonista, que habría dejado de serlo, y que
mantiene posturas críticas. Al menos, no sería ninguna “incondicional”. De
Luisa María “Cocoa” Calderón no habría nada qué decir respecto a quién
representa.
En el renglón de Crecimiento
Económico, Empleo y Competitividad, participarán el diputado Juan Bueno Torio y
el senador Salvador Vega Casillas. El primero es maderista. Vega
Casillas, ex secretario de la moribunda Función Pública, habría sido
calderonista, pero tiene fama de “institucional”. En las pasadas elecciones
apoyó a Marko Cortés (cercano a Creel), en contra de la corriente de la
“Cocoa”. Y ganó la candidatura.
La diputada Consuelo Argüelles
y el senador Fernando Torres Graciano fueron designados para Seguridad y
Justicia. Ella sería cercana a Madero, y Torres, a los “ultras”. En
Transparencia, Rendición de Cuentas y Combate contra la Corrupción, el diputado
Marcos Aguilar y la senadora Laura Rojas Hernández, y para Gobernabilidad
Democrática, el diputado Fernando Rodríguez Doval y el senador Roberto Gil
Zuarth.
Laura Rojas apoyó a Josefina
Vázquez Mota. Rodríguez Doval estaría cercano a Mariana Gómez del Campo, que ya
habría pasado de ser “calderonista” a ser maderista, junto a Jorge Romero.
Roberto Gil sería aún
calderonista, aunque enfrentado al grupo de los seguidores de Ernesto Cordero.
Va aliado con Jorge Manzanera, Patty Flores y Rafael Giménez. De esta manera,
queda claro que el maderismo se ha logrado imponer frente al calderonismo. O lo
que ha quedado de él después del 1 de diciembre.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: RAÚL TORTOLERO.
AUTOR: RAÚL TORTOLERO.
No hay comentarios: