*No vamos a caer en la trampa de la violencia; el movimiento ha sido, es y seguirá por la ruta pacífica, destaca
*Menciona que Salinas creó Solidaridad y ahora el operador de ese programa pasa al equipo de Peña
La transformación de la vida pública de México se mantendrá por la vía pacífica y electoral, con lo difícil que implica participar con las actuales reglas, aclaró Andrés Manuel López Obrador, por considerar que el camino armado y la violencia sólo logran perpetuar el autoritarismo, en lugar de destruirlo.
Al reiterar que la lucha que encabeza ha sido, es y será por la vía pacífica, subrayó que sus adversarios políticos apuestan a que perdamos la cabeza, que nos gane la pasión y caigamos en la trampa de la violencia.
De esa forma “ellos resolverían el problema. Aunque no tienen la razón, sí tienen la fuerza. Por eso no podemos nosotros transitar por esa vía, de la violencia”, enfatizó en la asamblea constitutiva del comité municipal del Movimiento Regeneración Nacional en esta importante localidad.
Discrepó de aquellas voces que se manifiestan a favor de una ruta distinta a la electoral, como la armada. “Respeto a quienes piensan de esa manera, pero no comparto ese punto de vista”, añadió.
A los hombres y mujeres que no creen en la vía electoral, les aseguró que el camino “no es fácil, pero sí se va a poder y depende del trabajo que hagamos todos para hacer conciencia en los ciudadanos”, a pesar de que “ya sabemos que las autoridades electorales están vendidas, entregadas al régimen, y que los consejeros del IFE y los magistrados del Trife son empleados de la mafia del poder”.Y añadió: Creo que aún con lo difícil que es participar con las actuales reglas, debemos seguir adelante hasta lograr la transformación por la vía pacífica y electoral. Desde luego, No veo que la vía armada o que la violencia sea una opción, una alternativa.
Lo importante es el cambio de mentalidad, hace falta seguir despertando conciencias e iniciar una campaña nacional de concientización. Se va avanzando y lo muestran los 16 millones de votos a su favor, sin entregar migajas ni comprar votos, porque fueron votos libres y conscientes.
En cambio, Enrique Peña no ganó de manera limpia la elección presidencial, se valió de la necesidad de la gente, compró los votos y la Presidencia de México, aclaró y pidió a sus seguidores no dejarse apantallar ni desmoralizarse, porque a pesar de los pesares “tenemos que seguir caminando”.
A Peña lo introdujeron al mercado como si fuese un producto chatarra, pero no arrojó resultados positivos la publicidad y, por ello, sus patrocinadores tuvieron que recurrir a la compra del voto, recordó.
En ese contexto, consideró perverso e inmoral que, por culpa de la mafia del poder, haya millones de mexicanos hundidos en la pobreza.
Los integrantes de ese grupo –continuó— “son dueños de la fábrica de pobres y, en periodos electorales, trafican con la pobreza de los ciudadanos, mediante el reparto de migajas, la entrega de materiales de construcción, de tarjetas de Soriana y Monex, y de dinero en efectivo, de 500 a mil pesos por voto, y hasta 10 mil pesos por familia”.
Sin embargo, pidió no juzgar al pobre que, por necesidad, vende su voto. “Debemos juzgar a quien abusa de la necesidad de la gente. Ahí está la perversidad”, estimó.
Para despejar dudas, aseguró que Carlos Salinas es el jefe de la mafia del poder y que Peña es sólo “un títere, como Titino. El titiritero es Salinas”, quien durante su gestión (de 1988 a 1994) puso en práctica un programa social llamado Solidaridad que luego se transformó en Oportunidades, con la clara intención de ejercer un control político sobre la población beneficiada.
Ahora, Peña revive ese plan e incorpora a su equipo a Carlos Rojas Gutiérrez, quien en la administración salinista tuvo a su cargo el manejo de Solidaridad, abundó.
Y, a pesar del bombardeo publicitario a favor de Peña, no hay un solo medida encaminada a apoyar al agricultor, ejidatario, comerciante, empresario ni a representante alguno del sector productivo, destacó.
En otra parte del discurso que dirigió a los chiapanecos, expuso que para obtener el registro como partido político, MORENA debe acreditar 230 militantes y la celebración de 32 asambleas estatales, con un mínimo de tres mil asistentes en cada una de ellas.
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