FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
El historiador Lorenzo Meyer consideró que el arranque del programa
Cruzada por el Hambre se da en Chiapas como una respuesta a la aparición
del 21 de diciembre del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Durante la Mesa Política de Noticias MVS primera emisión, el historiador Lorenzo Meyer señaló que el programa Cruzada por el hambre, que comenzará este lunes el gobierno federal y que beneficiaría a 400 municipios del país, no es una mala idea, pero es insuficiente proveer de comida los pobres.
Resaltó que dicho programa comenzará en Chiapas como una “respuesta inteligente” a la marcha silenciosa en cinco ciudades del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, del pasado 21 de diciembre.Meyer apuntó que el programa contra el hambre podría haber comenzado en Chihuahua, en la comunidad Rarámuri, pero como sus habitantes “ya no tienen energía de rebelarse” como lo hicieron en años pasados, entonces el arranque se da en Chiapas, porque ahora los “zapatistas son los rebeldes”.
El historiador refirió un libro de James Scott, en el que se plantea que las democracias evolucionan cuando algo se sale del institucionalismo. Y consideró como ejemplo el levantamiento de los zapatistas que se rebelaron contra el gobierno en 1994.
Reflexionó que es necesario el escándalo y el bullicio de los pobres para que el Estado cambie y les haga caso. Por eso, concluyó que no es casualidad que el programa arranque en Chiapas, pero consideró que hay que buscar las razones y causas que ocasionan que siglo tras siglo México continúe con el tema del hambre masiva.
Asistencialismo político
Por su parte, el analista Sergio Aguayo, evidenció que no es la primera vez que se presenta un programa contra el hambre, dijo que hay variaciones, pero casi todos se han caracterizado por tener un enfoque asistencialista, para “luego ganarse las lealtades para las elecciones”.
“No basta con los discursos o con la voluntad de los presidentes. Esa voluntad hay que juzgarla con la orientación conceptual de la política”, apuntó Aguayo.
Y señaló que es buena idea una cruza contra el hambre, pero criticó que contrario al esfuerzo que se hizo para conformar el área de seguridad con gente de experiencia, “el área de desarrollo social ha servido para pagar deudas políticas”.
Lo anterior, luego de que por lo menos ocho funcionarios, incluida la titular del programa Oportunidades, no poseen experiencia o trabajo con los pobres, consideró Aguayo.
Estrategia de gobernabilidad
Denise Dresser señaló que una el programa contra el hambre es una “estrategia de gobernabilidad, se parece al programa de Solidaridad”, cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari lo utilizó como una campaña de imagen para asegura la gobernabilidad.
Dijo que Solidaridad fue un componente esencial para Salinas y su gobierno y que, actualmente, Enrique Peña Nieto está tomando este ejemplo.
Recordó que en su momento, cuando se estaba construyendo la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio, éste fue nombrado titular de la Sedesol, como una manera de fortalecer su imagen pública.
Y concluyó que Peña Nieto se estaría presentando con dos caras, una neoliberal, en su intento de participe la iniciativa privada en Pemex; y una cara de asistencialismo social, al atender a los pobres.
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