21/06/2012
María Eugenia García Barragán.
Es socio de Manuel Camacho en Coemsa, empresa administradora de los estacionamientos de Walmart en 12 ciudades del país; en el DF, obtiene ingresos por 596 millones de pesos al año”.
Ciudad de México.- Cada año, las cuentas bancarias de Marcelo Ebrard Casaubon y Manuel Camacho Solís se incrementan de manera impresionante gracias a los jugosos negocios que realiza la Compañía Operadora de Estacionamientos Mercurio S.A. (Coemsa), la cual opera dentro de los centros comerciales Walmart del D.F., y que al año les deja una derrama económica de 596 millones de pesos.
Ese jugoso ingreso corresponde a las 92 concesiones que en 1988 fueron otorgadas a dicha empresa por Camacho Solís cuando era regente de la Ciudad de México, y las cuales fueron refrendadas por los subsecuentes gobiernos perredistas que están en el poder desde 1997.
El empresario Jorge Martínez Rosillo, dueño de Coemsa, invitó a principios de los 90 a Camacho Solís y a Ebrard, a ser socios de su compañía, lo cual consta en un memorándum de la empresa de diciembre de 1993, dirigido al ex regente y que le informa sobre la entrega de más de 32 millones de pesos, por concepto de “participación de Ustedes, en el presente negocio”.
El memorándum indica que los recursos son producto de las percepciones obtenidas por Coemsa en el primero y segundo semestre del ejercicio fiscal de 1993, las cuales ascendieron a 68 millones 975 mil 642 pesos. Esta información fue difundida por la prensa nacional.
NEGOCIOS AL AMPARO DEL PODER
Un año antes, Ebrard fue nombrado secretario de Gobierno de Camacho Solís, y en esas fechas comenzó la expansión de Walmart en el DF, de acuerdo con la diputada del PAN, Margarita Martínez Fisher y el delegado en Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi, quienes señalan que dos hermanos del actual jefe de Gobierno, Alberto y Eugenio, ocuparon desde 1992 cargos de primer nivel en la transnacional, hasta 2010.
Alberto Ebrard, quien falleció en 2010, fue vicepresidente senior de Bodegas Aurrera y vicepresidente ejecutivo y director de Walmart México y de Walmart Centroamérica; Eugenio, el menor de la familia, fue vicepresidente de Compras Abarrotes.
Los dos hermanos Ebrard fueron señalados por los panistas como los gestores entre la transnacional y el gobierno capitalino para, entre otras cosas, que la tarjeta de apoyo alimentario a adultos mayores, con un respaldo de seis mil millones de pesos anuales, fuera aceptada por el emporio estadunidense, acusado de sobornar funcionarios en México con 24 millones de dólares para ganar el dominio del mercado.
Hoy, luego de la denuncia de soborno, los abusos de Wal Mart comienzan a salir a flote y el apellido Ebrard surge como uno de los motores más activos en el proceso de corrupción comercial con el respaldo oficial.
Ejemplo de lo anterior es el caso de la señora Teresa Menchaca, quien hace cinco años sufrió un accidente en el estacionamiento de Walmart Tepeyac, al caerle la pluma de ingreso controlado de automóviles. Frente a ello, funcionarios cercanos al mandatario capitalino le exigieron que frenara la demanda que inició con la averiguación previa FGAM/GAM- 6/T3/1256/07-07 contra Coemsa y la trasnacional Wal Mart.
La ministerio público de la PGJDF, Alejandra Sandoval Ortiz, le advirtió, tras calificar a Menchaca de esquizofrénica y peligrosa, que no continuara con su denuncia “porque Marcelo Ebrard es dueño de los estacionamientos”.
Todos los indicios lo confirman. Actualmente, Coemsa administra 55 estacionamientos que suman 37 mil 500 cajones en 12 ciudades del resto del país, de las empresas Walmart, Suburbia, Vips, Sam’s, el Portón, Plaza del Sol en Chihuahua, Programa de parquímetros en Guadalajara, Valet Parking de Reforma y los de la Central de Abastos del DF, estructura comercial que genera gigantescos dividendos bajo el manto protector del poder.
LOS AUTOMOVILISTAS, REHENES
La empresa Copemsa, hermana de Coemsa, pues también es de Martínez Rosillo, presentó en 2011 un proyecto a Ebrard para hacer más rentable el negocio de los estacionamientos, consistente en aumentar movilizadores, parquímetros, grúas de arrastre y retiro de franeleros, explicó Arturo Molina Olvera, integrante del sindicato de la Setravi.
Se trataba, explicó, de que se liberaran las tarifas de los estacionamientos y al mismo tiempo se aplicaran sanciones más severas contra los automovilistas que dejan estacionados sus autos en la vía pública. De esa manera, la inversión en el rubro de estacionamientos se incrementaría al tiempo que se liberan calles y se agiliza el tránsito, planteamiento muy bien visto por Ebrard, a quien consideran el gran aliado y hombre de negocios, precisó. Toda esa agresión contra los automovilistas está en marcha.
Actualmente, los estacionamientos del DF cobran entre 20 y 25 pesos la hora, según la zona, y algunas tarifas llegan a los 30 pesos hora.
Si se considera que el flujo de vehículos es constante y supera tres veces la cantidad de cajones, se tiene, por ejemplo, que donde hay espacios para 300 autos, los encargados deben reportar una entrada de 900 automóviles por día, lo que da un ingreso de 18 mil pesos diarios, con la tarifa más baja.
Si se multiplica esa cantidad por 92, que fue el número de concesiones originales de Coemsa, se tiene que el ingreso diario que percibe es de un millón 656 mil pesos, lo que suma 49millones 680 mil pesos mensuales.
Cabe señalar que los estacionamientos cobran la primera hora completa. A partir de la segunda, el 80 porciento fraccionada en cuartos de 15minutos; se calcula que el promedio de estancia es de dos horas. En síntesis, los automovilistas capitalinos son rehenes de las perversas “genialidades” que colman la ambición desmedida de los hermanos Ebrard Casaubón y de su jefe real, Manuel Camacho Solís, quienes hacen los grandes negocios al amparo del poder. (Raza Cero No. 4 México D.F. segunda quincena de junio 2012)
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