El coordinador priista en la Cámara de Diputados escribió un artículo en el que exhorta a los partidos políticos a conciliar posiciones para lograr acuerdos que deriven en las primeras reformas estructurales del gobierno de Peña Nieto.
“Se trata de impulsar un círculo virtuoso de reformas económicas orientadas a la transformación del país, a la cual convocó el presidente, Enrique Peña Nieto, y de darresultados concretos en beneficio de la población”, según el comunicado.
Según el legislador, su bancada trabajará en la construcción de acuerdos para lograr las reformas que lleven al país a un crecimiento sostenido, que complementarán los cambio ya aprobados en materia laboral, de contabilidad gubernamental, transparencia y combate a la corrupción.Para refrendar esta postura, Beltrones publicó este lunes en el diario Milenio un artículo sobre el tema:
En el camino de las reformas
Manlio Fabio Beltrones / Milenio
07/01/2013
Al instalar los trabajos iniciales de la 62 Legislatura, el día 1 de septiembre pasado, no pude evitar recordar la misma situación vivida hace seis años. En aquella ocasión el país se encaminaba hacia la polarización y la ruptura, de no haber mediado la responsabilidad que asumimos en el PRI para cumplir nuestro deber, no obstante los resultados electorales que nos fueron adversos; una de las opciones era simplemente no hacer nada. Decidimos abrir una nueva página en la historia reciente y abrir el camino a las reformas, convocando mediante la ley al diálogo, la negociación y los acuerdos.
Hicimos valer la política y realizamos el diálogo donde sí podía hacerse, en el Congreso de la Unión, ahí, aun quienes se negaban a la interlocución estaban representados y podían actuar democráticamente. Hoy un triunfo claro, contundente, de los candidatos del PRI en las urnas hizo la diferencia y llevaría al poder una sólida propuesta para seguir construyendo un México distinto, un país, como ha insistido el presidente Enrique Peña Nieto, donde las cosas sucedan y construyamos las opciones que nos permitan superar las diferencias y los obstáculos que nos han detenido en la desigualdad, la falta de crecimiento, los rezagos y el empleo insuficiente.
Ahora, al concluir el primer periodo ordinario de sesiones en la Cámara de Diputados, el grupo parlamentario del PRI puede sentirse satisfecho de lo realizado. Hemos establecido en la pluralidad y la democracia, una estrategia para las reformas que el país necesita. Recibimos dos iniciativas con trámite preferente, el novedoso instrumento parlamentario que propusimos en la reforma política para dinamizar la agenda parlamentaria y resolver, a favor o en contra, en un tiempo perentorio de 30 días en cada una de las cámaras, mismas que fueron aprobadas para asegurar la homologación contable y la transparencia entre los tres niveles de gobierno; logramos la reforma laboral que el país había estado esperando desde hace 40 años, lo que nos permitirá generar empleos de calidad e incrementar la certidumbre y la justicia en el mercado laboral.
Realizamos en democracia una ceremonia de transmisión del gobierno republicana, ordenada y con absoluto respeto entre los distintos actores políticos. Y de inmediato asumimos nuestra posición como el partido en el gobierno, que habrá de acompañar la agenda y el programa de trabajo del Presidente de la República. En total en estos días en que hemos asistido a la segunda alternancia en nuestra democracia, ubicamos 20 temas en los que legislamos no sin pasión, pero sobre todo con disposición para cumplirle a México.
La legislación lograda se inscribe en tres ejes estratégicos planteados por el PRI y establecidos en el Pacto por México; primero, potenciar el desarrollo e impulsar el crecimiento económico, a través de la generación de nuevas y mejores oportunidades de empleo, como columna vertebral para combatir eficazmente la pobreza y superar las desigualdades entre grupos y regiones del país; segundo, dar paso a un auténtico estado de derecho, que otorgue certeza y seguridad jurídica a los ciudadanos y, tercero, consolidar las reformas al entramado institucional para hacer absolutamente transparentes y eficaces las acciones de gobierno.
Sin duda todas las acciones legislativas emprendidas en este primer periodo ordinario de sesiones contribuyen en alguna medida al cumplimiento de la tarea medular del Poder Legislativo, que es asegurar que el marco jurídico e institucional responda a las nuevas realidades y necesidades del país. Todas son relevantes, pero ciertamente hay algunas que por su impacto estructural y alcance hacia amplios sectores de la población adquieren un significado sustancial.
Es el caso de la reforma educativa impulsada por el presidente Peña Nieto para cumplir el compromiso de elevar la calidad y la eficiencia educativa en México, al tiempo que transforma esa actividad mediante el establecimiento de la carrera docente magisterial y la evaluación, realizada por una institución autónoma, como el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, para dar el mecanismo idóneo que fortalecerá y mejorará la calidad de la educación y la labor de los maestros.
Es el caso también de las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que permitirán al gobierno cumplir con mayor eficiencia sus compromisos fundamentales para reducir la impunidad y la violencia, recuperando la seguridad y la paz para todos los mexicanos; contar con instrumentos más eficaces para atemperar la desigualdad y combatir el hambre y la pobreza, y dotar de mayor transparencia y eficacia a la administración de la políticas al servicio de los ciudadanos.
Dimos un mensaje de confianza y certidumbre a la sociedad y a los mercados al aprobar en tiempo y forma mejorados, una Ley de Ingresos con déficit cero y sin elevar o crear impuestos, así como un Presupuesto de Egresos de la Federación para 2013 responsable, prudencial y equilibrado.
Vendrán sin duda otras propuestas indispensables para el nuevo proyecto de nación, como la reforma energética, la apertura en telecomunicaciones, el combate a los monopolios, las reformas fiscal y hacendaria, la reforma de la seguridad social, el fortalecimiento de la procuración e impartición de justicia, el perfeccionamiento de nuestra democracia y de la legislación electoral, entre otras muchas.
En el PRI, en esta Legislatura, estamos decididos a construir las reformas en el sentido que le conviene a México, en la pluralidad y en la democracia. Estamos convencidos que este es el momento de trabajar juntos y conciliar nuestras posiciones, dialogar, construir acuerdos e integrar, con ánimo de consenso, las soluciones políticas y legislativas que necesitamos. Así, al desear buenaventura a la gente en esta temporada, podemos decirle también que el año que inicia será distinto, porque seguiremos construyendo el mejor país que desde hace tiempo todos hemos soñado para nuestros hijos.
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