FUENTE: PROCESO.
Un grupo de sicarios instruyó a los encargados de la guardería Tortuga Azul, en Monterrey, a trasladar a los menores de edad a un restaurante para, posteriormente, extorsionar a sus padres.
Los criminales les hicieron creer a los padres de familia que sus hijos habían sido secuestrados y les exigieron el pago de 150 mil pesos por concepto de rescate.
Durante un espacio de dos horas, alrededor de 20 padres de familia creyeron que sus hijos habían sido secuestrados, reporta el periódico Reforma.
Los sicarios se hicieron pasar por elementos de la Policía Federal e instruyeron a los padres de familia a no hablar con nadie.
Un grupo de agentes ministeriales logró contactar a los padres de familia y explicarles que sus hijos no habían sido secuestrados, sino que se encontraban en un restaurante. No se reportan detenidos por este acto de extorsión fallido.
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