Por:Patricia Muñoz Ríos
Unorca y CCC advierten sobre riesgos para el maíz criollo
Trasnacionales buscan ganancias al privatizar la riqueza natural
El agricultor Rafael Ortiz sostiene una cebolla gigante en una granja a las afueras La HabanaFoto Reuters
Mientras la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca) continúa en plantón en el Ángel de la Independencia, en demanda de que no se otorguen permisos para siembra de maíz transgénico en México, la Central Campesina Cardenista (CCC) se solidarizó con esta movilización y exigió al gobierno federal
prohibir definitivamente la introducción y producción de semillas transgénicas a México.
Esta central también pidió que sean rechazados los permisos de siembra que han solicitado trasnacionales sin ética, empresas manipuladas por las mismas y cúpulas de grandes productores
ansiosos de engrosar sus bolsillos por medio de la privatización de la riqueza natural y exterminio del modo de vida campesino.
El dirigente de esta central, Max Correa Hernández, expuso que el maíz forma parte de la riqueza natural y de la cultura de México, es herencia histórica y una de las mayores contribuciones del país al mundo. Indicó que el maíz criollo le pertenece no sólo a los mexicanos, sino al mundo, y el transgénico le pertenece sólo a un par de empresas.
Hizo ver que la a CCC se solidariza con la Unorca y con otros movimientos nacionales e internacionales que rechazan la siembra de maíz transgénico en México y propone prohibir definitivamente la introducción y producción de semillas transgénicas, promover la producción biodiversa de maíz criollo, penalizar a las empresas que ponen en riesgo el maíz criollo y sancionar la contaminación entre semillas transgénicas y silvestres.
De igual forma, señaló que se debe etiquetar estrictamente todo producto que contenga ingredientes transgénicos, establecer un banco de germoplasma que resguarde la riqueza natural de nuestro país, generar un programa de atención que prevenga y atienda a los campesinos afectados por la toxicidad de productos agroquímicos, controlar los monopolios u oligopolios de la producción de semillas y alimentos e impedir la privatización del patrimonio natural de nuestro país.
En un futuro cercano México puede ser proveedor de semillas criollas que revitalicen la producción mundial del maíz ante la inminente crisis del cambio climático, dijo el dirigente y alertó que la siembra transgénico profundiza la dependencia alimentaria de nuestro país, y hacen del productor y del consumidor un esclavo de semillas y productos estériles que afectan su salud y economía.
Por último, expuso que esta central está convencida de que la única manera de lograr la soberanía alimentaria es por medio de la agricultura campesina, por lo que en el contexto de la Cruzada Nacional contra el Hambre se debe impulsar la producción social de alimento y modificar la distribución de recursos de los programas del gobierno federal para que los grandes productores y empresas no concentren los apoyos, con los cuales se hacen millonarios.