FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: ELIO HENRÍQUEZ.
Un informe del Centro De Derechos Indígenas, A.C. (Cediac), con 20 años de presencia en la región norte de Chiapas, arroja que los decesos de los menores son producto también de los programas “clientelares” puestos en marcha por los gobiernos federal y estatal.
San Cristóbal de Las Casas, Chis. La muerte de los cinco niños ocurrida en la comunidad de Emiliano Zapata, municipio de Yajalón, a finales del año pasado se debió “al fracaso del sistema de salud” y a los programas “clientelares” que los gobiernos federal y estatal pusieron en marcha en las comunidades indígenas, afirmó el Centro De Derechos Indígenas, A.C. (Cediac), con 20 años de presencia en la región norte del estado.
En un informe elaborado después de la muerte de los cinco niños, ocurrida entre noviembre y diciembre de 2012 presuntamente a causa de enfermedades respiratorias, sostuvo que el sistema de salud y los programas clientelares “sumergieron a la población en una mayor miseria, subordinación y muerte”.
Señaló que “los programas sociales que fueron ejecutados por las instancias de gobierno han demostrado que se sirven de la gente para montar todo un programa que está llevándose de manera errónea; no está fomentando el servir sino el servirse; el empoderar sino el despojar; el dignificar sino el menospreciar”.
Manifestó que en Centros de Salud ubicados en ese territorio, “si es que los hay, se cuenta únicamente con preservativos y paracetamol y algunas veces pueden contar con otro medicamento con breve caducidad”.
El organismo fundado por la misión jesuita con sede en Bachajón, municipio de Chilón, donde están sus oficinas, abundó: “El trabajo de los médicos y enfermeros, si los hay, se centra en la salud reproductiva-control de la natalidad y no en la prevención de las enfermedades asociadas a la pobreza, como las gastrointestinales, respiratorias y dérmicas, así como las complicaciones que ocasionan al no ser atendidas”.
Manifestó que hasta la fecha “la Secretaría de Salud no ha dado un informe pormenorizado sobre los actos u omisiones que le pidió el Consejo Estatal De Derechos Humanos mediante el oficio CEDH/VGOCO/018/2013”, y tampoco se les realizo la autopsia a los bebés, por lo que “se desconoce por qué murieron”.
La muerte de 3 niñas y 2 niños en la comunidad de Emiliano Zapata, situada en el norte de Chiapas, “es un triste y lamentable ejemplo de lo que sucede en todo este territorio” de la zona, aseveró el Cediac.
Expresó que el Centro de Salud que atiende a los pobladores de la comunidad de Emiliano Zapata “no fue capaz de evitar el sufrimiento de más de tres meses de los pequeños Rosa Guadalupe Díaz Encino, Ángel Pérez Pérez, Luciana del Carmen Díaz Pérez, Mercedes Gutiérrez y Cristhian Hernández, todos menos de un año de edad”.
Tampoco pudo, añadió, “prevenir enfermedades respiratorias comunes como gripe, tos y catarro, asociadas a la temporada de invierno que fueron agudizándose poco a poco hasta causar la muerte de las 3 niñas y los 2 niños”.
Afirmó que “no le fue posible tener un atento control de la vacunación para niños, niñas, madres y padres de la comunidad de Emiliano Zapata ni atender a las personas que no están afiliadas a ningún programa de gobierno; pudo canalizarlas al hospital de Yajalón; al de Chilón le sería imposible porque su construcción es un caso de corrupción, y al de Ocosingo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tampoco porque los médicos se fueron de vacaciones”.
El Cediac informó que de acuerdo con los pobladores de Zapata, “en las mismas fechas se supo de la muerte de la muerte de otros niños en la comunidad de La Merced, municipio de Simojovel, que está en la misma región.
Precisó que la comunidad de Emiliano Zapata está asentada a las faldas de una montaña sagrada llamada Ahc’abalna’, donde “hace mucho frío y se puede sentir y ver la humedad, lejano para muchos y cercano para otros que poco a poco fueron llegando a un territorio de refugio, al escapar de las fincas cafetaleras principalmente de los municipios de Chilón y Sitalá, propiedad de alguna de las familias que han mantenido el poder político hasta la actualidad en Chiapas”.
“Muchas familias tzeltales encontraron abrigo en esta montaña donde se dice se juntan los ajaw a platicar. En este territorio de refugio conocido como Ts’umbalXihtalha’ se hace una división municipal de Chilón, Sitalá, Pantelhó, Simojovel y Yajalón”.
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