FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: HERMANN BELLINGHAUSEN.
Rosario Díaz lleva preso siete años sin pruebas “evidentes" de homicidio. Un juzgado mixto de primera instancia de Simojovel “tiene en sus manos la posibilidad de poner fin a una injusticia”, alegan colectivos que apoyan su causa.
San Cristóbal de las Casas, Chis. Crece la exigencia de absolución y liberación de Rosario Díaz Méndez, adherente de la Sexta declaración de la selva Lacandona y miembro de la Voz del Amate, actualmente preso en la cárcel estatal del municipio sancristobalense. La solución de su caso ha tenido diversas dilaciones. Ahora existe una nueva oportunidad de hacerle justicia a casi ocho años de estar privado de su libertad.
Ante ello, 37 colectivos y organizaciones de diversos países y varios estados de la República demandaron al Juzgado Mixto de primera instancia de Simojovel de Allende y al gobierno de Chiapas “que le sea dictada sentencia absolutoria” a Díaz Méndez “en lo que corresponde al delito de homicidio que se le imputa”, dentro del expediente penal 47/2005.Desde el 10 de enero, cuando se celebró la audiencia de derecho en el juzgado de Simojovel, va corriendo un plazo de 15 días hábiles para que se dicte nueva sentencia a Díaz Méndez, acusado de un homicidio “que nunca cometió”. Esto, en relación a hechos que ocurrieron el 4 de abril de 2005, cuando cinco personas iban en un carro en el municipio de Huitiupán y fueron asaltadas por cuatro individuos de negro y armados. El conductor falleció, y el 23 de agosto del 2005 Díaz Méndez fue detenido, acusado de participar en el homicidio.
Las organizaciones argumentan: “Está encarcelado con una acusación basada en pruebas insuficientes o prefabricadas por el Ministerio Público (MP). De acuerdo con testimonios recabados por las autoridades de administración e impartición de justicia, no existe ninguna prueba que acredite su culpabilidad”.
Como lo ha hecho ya la defensa del preso tzotzil, las organizaciones solidarias mencionan las pruebas a cargo y descargo “que obran en el expediente”. Rosario Díaz Méndez siempre se declaró inocente, pues al ocurrir el ilícito él se encontraba en Playa del Carmen, Quintana Roo, trabajando como albañil junto con dos hijos suyos, quienes sustentan dicha versión. Los cuatro testigos presenciales, víctimas del asalto, declararon haber visto a cuatro hombres armados, describiendo con detalle el evento. “Dichos testigos en ningún momento mencionan quienes eran esos asaltantes, y ninguno de ellos dijo haber visto a Rosario participar en el delito. Así, cuando en 2008 tuvo lugar un careo entre él y dichos testigos, no lo reconocieron como uno de los agresores”, refiere el requerimiento a los jueces.
El MP se basó también “en el testimonio de un supuesto testigo quien declaró en 2005 haber visto los hechos y reconocido a los agresores” incluyendo Díaz Méndez. “Sin embargo, el careo llevado a cabo el 19 de enero de 2011 entre este testigo de cargo y Rosario refleja que dicho testimonio fue fabricado por las autoridades, pues el testigo no ratificó su declaración ministerial en la que supuestamente lo acusaba”, y por ende “desconoce haber realizado tal declaración en el MP, no reconoce su firma ni sus huellas en el documento”. Cuando la policía lo detuvo en 2005, Díaz Méndez “sufrió tortura y múltiples violaciones a sus derechos humanos”.
Los colectivos y organizaciones consideran “evidente” que no hay motivos para declararlo culpable, pues “no existen pruebas suficientes” para su condena. Así, el juzgado mixto de primera instancia de Simojovel “tiene en sus manos la posibilidad de poner fin a una injusticia” que dura “ya más de 7 años”.
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