“Se concede permiso para que el ciudadano Gerardo Felipe Laveaga Rendón pueda aceptar y usar la Condecoración de la Orden Nacional del Mérito, en grado de Caballero, que le otorga el gobierno de la República Francesa”, se lee en un decreto publicado este lunes en el Diario Oficial de la Federación.
El pasado lunes 21, la elección de Laveaga como presidente del IFAI se convirtió en uno de los episodios más ríspidos en ese organismo, luego de que el comisionado Ángel Trinidad Zaldívar cuestionó el nombramiento del extitular del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), a quien tildó de “perezoso e ignorante”.
Las afirmaciones de Trinidad Zaldívar revelaron lo que desde hacía tiempo se comentaba en los corrillos del IFAI: que Laveaga es perezoso para desahogar los recursos que le llegan, ignora aspectos fundamentales del derecho en la materia y ha llegado al extremo de quedarse dormido en sesiones importantes para el instituto.
No fue todo: Trinidad Zaldívar, quien contendió por la titularidad del organismo y perdió por un voto, aludió a sus compañeras Wanda Sigrid Artz y María Elena Pérez-Jaén, ambas designadas, igual que Laveaga, durante el gobierno de Felipe Calderón.
De Artz Colunga denunció que ésta hizo solicitudes de acceso a la información a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal y al Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen), que al ser rechazadas fueron objeto de un recurso de revisión interpuesto por la propia comisionada y, al resolverse, votó en el pleno en lugar de excusarse por un evidente “conflicto de intereses”.
La cuestión es que durante la presidencia del IFAI que concluyó Jacqueline Peschard Mariscal se abrió una investigación contra Sigrid Artz que, observó Trinidad, espera que continúe.
En el caso de Pérez-Jaén, expresó que pudo más lo personal que lo profesional, aunque no precisó a qué se refería.
Sobre Laveaga, dijo que es tan perezoso que tiene un rezago de 291 asuntos, en contraste con el resto de los comisionados, que tienen un promedio de 163, “es decir, tiene 130 asuntos de ciudadanos pendientes de resolución por falta de ganas”.
Ya entrado en su disertación hasta indicó que Laveaga se ha definido como un “lord inglés” y que, al ser elegido, lo primero que preguntó a Peschard Mariscal fue que cuándo podía tomar posesión de su oficina, pero no inquirió sobre algún tema de acceso a la información.
Al terminar el acto, Laveaga negó que se hubiera quedado dormido en el Senado; argumentó que “cerró los ojos” para escuchar mejor las intervenciones.
También expresó que no estaba molesto por lo señalado por Ángel Trinidad –a quien por cierto en la sesión llamó José Ángel–, pues sostuvo “que vivimos en democracia”.
Posteriormente, el pasado viernes 25 el grupo parlamentario del PRI en el Congreso de la Unión hizo patente su intención de remover a los cinco comisionados.
En conferencia de prensa, luego de concluir su reunión plenaria en Nuevo Vallarta, Nayarit, el líder priista en el Senado, Emilio Gamboa, aseguró que diputados de su partido andan “inquietos y preocupados” por los conflictos en el IFAI.
“No es lo que esperábamos de un órgano autónomo”, detalló.
Al explicar la agenda legislativa aprobada por su bancada para el período ordinario de sesiones que comienza el próximo 1 de febrero, Gamboa recordó que la reforma que le da autonomía al IFAI todavía no es discutida en San Lázaro, y los diputados tienen facultades para remover a los comisionados, como en su momento sucedió con los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE).
Detalló:
“Respecto del IFAI (…) la Ley de Transparencia ya pasó a la Cámara de Diputados. Se le dan mucho más atribuciones al IFAI, pero después de lo que pasó la semana pasada o esta semana, parece que en la Cámara de Diputados van a hacer una reflexión mucho más a fondo sobre la ley de transparencia que presentó el presidente Enrique Peña Nieto para el fortalecimiento del IFAI. Les dijimos que estaríamos atentos”.
El senador priista dijo que no se atrevía a anticipar una decisión de un cuerpo colegiado, “como lo es un grupo parlamentario”, pero el pleito en el IFAI “sí fue muy bochornoso”.
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