Adrián Javier González Villarreal, de 20 años y Gladys Soto Gallegos, también de 20, fueron acribillados por policías que supuestamente los confundieron con delincuentes, en el municipio de Santa Catarina.
Los uniformados aseguran que el auto de las víctimas coincidía con las características de otro carro que buscaban en el cual viajaba un grupo de hombres armados.
Los estudiantes regresaban de una reunión a bordo de un automóvil Jetta color rojo, con placas SJY8741, cuando los agentes empezaron a disparar, aproximadamente a las 3:00 horas.
Supuestamente los policías les marcaron el alto y la pareja hizo caso omiso a la señal, por lo que los elementos abrieron fuego.
Sin embargo, otras versiones indican que el vehículo de los estudiantes estaba estacionado entre las calles 3 Poniente y D Poniente, en la colonia Adolfo López Mateos.
Gladys Soto negó que los policías les hubieran marcado el alto ya que la patrulla los seguía a gran velocidad y nunca les advirtieron que detuvieran su marcha.
Según el periódico Zócalo de Coahuila, la pareja recibió siete tiros; tres de ellos los recibió Adrián Javier –originario de Saltillo– en tanto que su novia, un impacto en el hombro derecho.
González Villarreal estudiaba el sexto semestre en la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la UANL, mientras que Soto Gallegos cursa estudios en la Facultad de Comunicación.
Las primeras investigaciones arrojaron que a bordo del Jetta no se localizaron armas o drogas que involucraran a los afectados con la delincuencia organizada.
Paramédicos llegaron al lugar de los hechos y atendieron a los heridos quienes aún estaban dentro del auto. Adrián Javier se desangraba mientras Gladys permanecía inconsciente. Posteriormente fueron llevados a un hospital donde el joven falleció.
Los policías implicados en el homicidio serán sometidos a la prueba de rodizonato de sodio para determinar quiénes realizaron los disparos.
Los agentes Leandro Martínez, Basilio Manuel Cruz y Artemio Pérez viajaban en la unidad 229 y son señalados como los autores de los disparos que acabaron con la vida del saltillense, agrega Zócalo.
El crimen provocó gran indignación entre la comunidad estudiantil mientras el alcalde de Santa Catarina, Víctor Pérez, lamentó los hechos y aseguró que ya se realizan las investigaciones.
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