FUENTE: PROCESO.
Durante décadas, Peter García, sacerdote en una iglesia de la arquidiócesis de Los Ángeles, California, abusó sexualmente de al menos una veintena de niños, en especial de menores indocumentados, con el conocimiento y cobijo de la Iglesia católica.
Fue en la década de los 80 cuando la Arquidiócesis se enteró del caso.
El entonces cardenal de Los Angeles, Roger Mahony, envió a Peter García a un centro de rehabilitación en Nuevo México, y al salir de ahí le prohibió regresar a California, pero jamás lo denunció.
No obstante, enteró a las autoridades eclesiásticas y les advirtió a través de escritos “que si monseñor García reapareciera en la arquidiócesis, enfrentaríamos demandas civiles y criminales”, por lo que ordenó que el religioso permaneciera alejado de California.
A pesar de ello, García regresó a Los Ángeles. La Iglesia ya no lo reasignó a otro centro religioso, debido a que Thomas Curry, entonces jefe de asesores para asuntos de pedofilia de Mahony, advirtió que había unos 20 casos de abuso sexual a víctimas, que ya para entonces eran adolescentes y adultos jóvenes.
El “riesgo es muy grande”, sugirió Curry al jerarca católico. Ya sin parroquia, García dejó el sacerdocio en 1989.
Peter García, cuyo caso está documentado en un expediente de 451 páginas, es uno de los 75 sacerdotes pedófilos que fueron encubiertos por Mahoney y Curry, según reveló hoy el diario estadunidense Los Ángeles Times.
Dichos documentos, de acuerdo con el rotativo, muestran que la jerarquía católica falló en erradicar a religiosos pedófilos y en cooperar con las autoridades que investigaban esos casos.
Se trata en su mayoría de memorandos que datan de la década de los 80 entre Mahony y Curry, en los que dejan clara su intención de ocultar información a las autoridades.
Esas intenciones llegaron al grado de evitar que menores de edad, víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes, vieran a psicólogos que pudieran dar aviso a las autoridades.
Algunas de las comunicaciones confidenciales también revelan que la diócesis reubicaba fuera de California a sacerdotes acusados de pedofilia, con la clara intención de entorpecer las investigaciones civiles o judiciales.
Por años, la Iglesia trató de evitar que se conocieran esos archivos, que hoy empezaron a salir a la luz pública. Se espera que los 75 casos de sacerdotes pedófilos se hagan públicos en las próximas semanas.
Después de que los archivos fueron dados a conocer, Mahony emitió una declaración en la que se disculpó y contó humillantes reuniones con cerca de 90 víctimas de abuso. “Lo siento”, escribió.
El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles se comprometió a revisar todos los archivos y evaluarlos por conducta criminal, sin embargo los expertos legales consultados por Los Ángeles Times dijeron este martes que, pese a la gran cantidad de nuevos documentos, es poco probable que resulten en cargos contra los sacerdotes.
El exfiscal de Los Ángeles, Steve Cooley, quien supervisó una investigación infructuosa de la jerarquía católica a mediados del año 2000, dijo que “sería muy bueno juzgar” a Mahony y Curry, pero señaló que los clérigos no estaban obligados a reportar sospechas de abuso infantil a las autoridades hasta 1997.
La primera vez que un miembro de la jerarquía católica fue considerado penalmente responsable en Estados Unidos por encubrir abuso sexual ocurrió en Filadelfia.
Monseñor William Lynn, quien manejó las asignaciones de trabajo como secretario del clero, se había vuelto un sacerdote abusivo del ministerio a mediados de la década de los 90. El cura abusó sexualmente de un monaguillo de 10 años de edad, en 1999, dijeron los fiscales, por lo que el pasado verano recibió una condena de tres a seis años de prisión por negligencia infantil.
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