AUTOR: PAULINA VILLEGAS.
La electricidad se sintió ayer en las calles de la ciudad de México. 24 horas después de que la Suprema Corte de Justicia (SCJN) decidiera que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no es patrón sustituto de la desaparecida Luz y Fuerza del Centro y por segundo día consecutivo, miles de electricistas se volcaron ayer en las calles para manifestar su rechazo al fallo.
Se cumplió así el llamado a la movilización que hizo el miércoles pasado el líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, que encabezó la protesta, una vez agotada la vía jurídica con el fallo de la Suprema Corte en su contra.
La cita fue a las cuatro y media de la tarde de ayer en el emblemático Ángel de la Independencia de la capital. Desde primeras horas, se pudieron ver autobuses atiborrados de gente que se unirían más tarde a la movilización, que terminó en el Zócalo, ya entrada la noche.
Más de 20 mil personas, electricistas, y miembros de otros sindicados y organizaciones civiles marcharon en contra del fallo de la Corte por las principales vías de la Ciudad de México.
Y es que la vía legal preveía que, si la Corte fallaba a su favor, se tendría que pagar a los trabajadores, salarios caídos y otras prestaciones. Los ministros, sin embargo, decidieron revocar el amparo otorgado en septiembre del año pasado por el segundo Tribunal Colegiado en materia de Trabajo.
Así, la decisión del miércoles pasado de los ministros de la Suprema Corte de Justicia va en contra de los intereses del poderoso sindicato: ni recontratación colectiva en la CFE, ni patrón sustituto para esa paraestatal, ni patrón sustituto para el Sindicato Mexicano de Electricistas. Los trabajadores no podrán reclamar salarios caídos ni ser reinstalados. Y su coraje se sintió ayer en la capital del país.
Con los puños al aire
Los electricistas caminaron y gritaron con los puños en el aire por el Paseo de la Reforma.
“Dicen que estamos liquidados, aquí les demostramos que están equivocados”, era una de las consignas que gritaron a todo pulmón miles de trabajadores de distintos sindicatos y organizaciones.
“¡Aquí se ve, la fuerza del SME!”, exclamaban otros, sosteniendo mantas y cartulinas con el puño cerrado, logo del sindicato.
La extinta empresa Luz y Fuerza de Centro, clausurada en el 2009 por mandato del ex presidente Felipe Calderón, dejó a más de 40 mil trabajadores sin empleo.
“No queda de otra más que cobrar las indemnizaciones”, declaró el abogado del SME, Carlos de Buen, el mismo miércoles pasado.
Pero del total de los trabajadores que perdieron el empleo cuando Luz y Fuerza desapareció, más de 16 mil no aceptaron la liquidación.
La secretaría de Seguridad Pública desplegó a más de tres mil policías en la ciudad para resguardar la seguridad de los manifestantes y “por si acaso”.
“Nosotros no vamos acatar esta sentencia, somos trabajadores exigiendo nuestro derecho al trabajo defendido por muchos años (..) la Suprema no nos va a ganar, no nos vamos a dejar, el SME, va por la revancha”, dijo Mario Benítez de 50 años, que ha trabajado la mitad de su vida en Luz y Fuerza.
“Es mi caso y el de todos, yo tengo 25 años trabajando, ni una falta, ni un retardo, ni un reporte, y ¿porque me corrieron? Quiero saberlo, agarraron parejo a 44 mil, a usted le parece justo?”
¿Qué exigen hoy aún cuando la vía legal se ha agotado? Trabajo digno, que han realizado desde hace décadas.
“No quiero echar lumbre por la boca, no quiero ser vendedor ambulante, soy electricista y soy profesionista”, agrega Benítez.
El SME sostendrá una asamblea general donde decidirán la ruta de sus próximas acciones. También informaron manifestantes y miembros del sindicato que el próximo siete de febrero se llevará a cabo otra megamarcha de rechazo al fallo de la SCJN.
“Es injusto lo que nos hicieron, cuando ya había un juzgado que nos dio la razón, pero son consignas del poder ejecutivo quien le da instrucción a los ministros serviles” dijo Vicente Gutiérrez, representante del grupo de jubilados, y ex miembro de la dirección.
La esperanza de ayer era que en los próximos días se lleve a cabo una negociación a puerta cerrada entre la dirigencia del sindicato, encabezada por Martín Esparza, y la secretaría de Gobernación.
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