FUENTE: PROCESO.
AUTOR: RODRIGO VERA.
MÉXICO, D.F: La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aclaró hoy que el cardenal Norberto Rivera Carrera deberá decidir si se abstiene de participar en el cónclave para elegir al nuevo Papa, como se lo han pedido organizaciones que lo acusan de proteger actos de pederastia sacerdotal.
En conferencia de prensa, monseñor Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la CEM, señaló:
“La normas internas de la Iglesia señalan que cualquier cardenal con menos de 80 años de edad, puede participar en el cónclave. Y el cardenal Rivera Carrera cumple con ese requisito. A él solo lo rigen las leyes de la Iglesia”.
En todo caso, agregó, corresponde al cardenal y a la arquidiócesis primada de México, que actualmente preside, decidir si participa en el cónclave, puesto que gozan de “autonomía”.
Ahí, dijo Lira Rugarcía, el episcopado mexicano no puede tener injerencia.
El prelado respondió de esta manera a las peticiones que han hecho organizaciones sociales que protegen a víctimas de pederastia sacerdotal, en el sentido de que Rivera Carrera no participe en el cónclave, como lo hará el cardenal estadunidense Roger Mahony, también acusado de proteger a sacerdotes pederastas.
En la conferencia, Lira Rugarcía también dio a conocer un comunicado en el que los obispos mexicanos despidieron a Benedicto XVI con un mensaje de “gratitud”.
Justo a la una de la tarde (8 de la noche en Roma), cuando Ratzinger abandonó el trono pontificio, Lira Rugarcía leyó el texto de la CEM:
“Con sentimientos de fe, esperanza y gratitud, la Iglesia que peregrina en México, en comunión con toda la Iglesia, vive en este día el término del luminoso pontificado de su santidad Benedicto XVI”.
Como “expresión de gratitud”, el comunicado señala que “las campanas de catedrales y templos” del país repicaron en el momento en que Benedicto XVI dejó de ser Papa.
Agrega:
“Unidos en la fe de los apóstoles, permanezcamos en oración, encomendando a su santidad Benedicto XVI y rogando a Dios nos conceda un nuevo Papa”.
Después de leer el comunicado, Lira Rugarcía señaló que ahora la Iglesia entró en el periodo de “sede vacante”, aunque aclaró lo siguiente:
“El hecho de que haya sede vacante no significa que la Iglesia esté acéfala. No, de ninguna manera. La Iglesia sigue trabajando normalmente. Los obispos de todo el mundo siguen gobernando en sus diócesis”.
La Iglesia entró en un “periodo de oración para rogar a Dios por el nuevo Papa”, cuyo perfil debe ser, dijo, “el de un pastor que ame a sus ovejas”.
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