martes, 12 de febrero de 2013

Desactivar alianzas electorales en México: un trabajo para Vicente Fox

FUENTE: LOS ANGELES PRESS.
AUTOR:  RICARDO V. SANTES ÁLVAREZ.


Vicente Fox Quesada, ex presidente de México, no pierde oportunidad para levantar el dedo y demandar que los reflectores mediáticos no le olviden. Lo logra.

Apegado a la idea que eso de “El que se va se calla” que en 2007 le espetó Francisco Ramírez Acuña, a la sazón Secretario de Gobernación, no es más que una patraña del viejo régimen, Fox volvió a la carga y desde su rancho fustigó a la dirigencia panista por su pretensión de conformar una alianza con el partido del sol azteca para el próximo proceso electoral.

Fox afirmó que la dirigencia azul “conduce al partido por la ruta incorrecta al buscar alianzas oportunistas”. No ha de ser el único que opine de esa manera acerca de los acuerdos entre el PAN y el PRD, pues para muchos es claro que una alianza de la derecha y un sector de la izquierda mexicana persigue todo, menos apego a ideologías y principios.

Pero en política nada debe sorprendernos. En todo caso, llama la atención que Fox emita un “extrañamiento” en torno a este interés de los dirigentes azules cuando que, parece olvidar, para su triunfo en la elección presidencial del 2000 el PAN unió fuerzas con el PVEM en la llamada “Alianza para el Cambio”.

Considero que la intención de Fox al emitir tales declaraciones obedece a dos propósitos. En primer lugar, mostrar congruencia (¡finalmente!) con su postura de mediados del año pasado: “Hay que cerrar filas en torno al puntero”, dijo entonces; por ello, en esta ocasión busca confirmar su apoyo al gobierno tricolor. En segundo lugar, arremete contra la alianza PAN-PRD (voluntariamente, sin duda) porque la misma significa un riesgo para el PRI; muestra su defensa del gobierno priísta haciendo el papel de desactivador de amenazas opositoras.

El fantasma azul-amarillo parece preocupar al PRI, al menos en un proceso electoral importante que ocurrirá en unos meses: la elección de gobernador en Baja California. La norteña entidad mexicana es ni más ni menos que el plato fuerte. Los municipios ya están pintados de rojo, pero falta “la grande”, la primera en la nueva administración federal. Han pasado más de veinte años de gobiernos estatales azules, y el tricolor está decidido a ponerles fin. Es difícil dudar que el “nuevo PRI” recurra a todo lo que esté a su alcance para retornar al país a la “normalidad” de la tradicional “aplanadora”; ¿podrá?

En su reciente aparición, Fox también declaró que el nuevo gobierno federal “está llevando a cabo acciones con mucha sensatez”. Al establecer este contraste se asoma con mayor claridad su propósito de desactivar los objetivos de una abollada oposición azul, que pretende recuperar terreno en las oportunidades electorales que dibuja el 2013.

Sí, Fox muestra congruencia; es fiel a quien ahora está en el poder, a pesar de que asegura llevar el panismo “en el corazón”.

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