AUTOR: VICTOR HERNÁNDEZ.
La Jornada publicó ayer que se había encontrado una maleta en Pemex con "cilindros" y básicamente sugirió la posibilidad de que la maleta tuviera explosivos.
La Secretaría de Seguridad Pública del DF, que fue la que encontró la maleta, respondió que no eran explosivos; que lo que tenía la maleta eran cosméticos.
Y en efecto. Anoche, durante la conferencia de prensa de la PGR se mostraron fotografías de la maleta, la cual quedó intacta y sólo contenía cosméticos.
(Acto seguido Jesús Murillo Karam hizo un chiste sumamente pendejo de que la maleta contenía un elemento sumamente peligroso para el hombre: cosméticos. Voy a pasar por alto la misoginia y pendejez de Murillo porque me parece que el asunto tiene cosas mucho más graves por las cuales preocuparnos.)
¿Cuál maleta explosiva entonces?
Qué oso, Jornada. Si la intención era -como lo hizo el viernes pasado Ciro Gómez Leyva- que la gente creyera que lo de Pemex fue un atentado porque conviene ideológicamente, entonces MAL.
Y si fue porque simplemente no se tomaron la molestia de investigar, entonces PEOR. Porque eso raya en la desinformación.
El caso de Proceso y el "C-4"
El sábado pasado el sitio de internet de Proceso publicó un artículo en el cual dijo que fuentes anónimas que estuvieron en el peritaje de la explosión de Pemex encontraron rastros de "C-4", un explosivo de tipo militar.
Que llevaron los rastros del explosivo al campo militar #1 y que ahí confirmaron que era "C-4". Que había una posible conexión con los Zetas. Que por una advertencia contra Miguel Ángel Osorio Chong.
Al margen de que resulta extraño que uno de los que participaran en el peritaje se haya enterado de lo que tendría que haber sido información sumamente confidencial de dentro del Campo Militar #1, resulta que los rastros que se encontraron en Pemex no eran de C-4 sino de gas metano.
Al gas metano también se le refiere como "CH-4".
¿Confundió entonces la fuente de Proceso al C-4 con CH-4?
Era como para que Proceso hubiera revisado y cuestionado la información. Porque dar como válida esa información, cuando dos días antes Protección Civil del DF había señalado que la posible causa de la explosión era una acumulación de gas, realmente es hacer un papelón.
Ahora bien, como dije al principio, no estoy diciendo esto simplemente por joder a La Jornada y a Proceso. Señalo esto porque me parece que si queremos en la izquierda que se nos tome en serio, tenemos que dejar a un lado las teorías de conspiración y debemos enfocarnos en la información de mayor sentido común.
Seamos sinceros: En la izquierda -particularmente en la izquierda lopezobradorista- la queja durante años ha sido que el PRI y el PAN dejaron en el abandono a Pemex desde los 80s para que se deteriorara y así tuviera pretexto para privatizarse. Ocurre la explosión y de repente ya creemos que Pemex es una empresa de alta tecnología con todo el cuidado que requiere por parte del gobierno.
¿Notan la contraducción?
Tiene más sentido la teoría de la explosión de gas porque muestra que debido a la negligencia del PAN y del PRI con Pemex -en otras palabras, porque el PAN y el PRI lo han desatendido de manera deliberada- ahora ocurrió un accidente que mató a 37 personas.
La solución entonces no es privatizar, sino que el gobierno deje de desatender a Pemex.
Pero si nos ponemos a difundir teorías de conspiración, además de que no nos van a hacer caso, no atendemos las verdaderas causas del deterioro de Pemex y nos quedamos sin argumentos para rebatir la privatización de Pemex.
Mal por La Jornada y por Proceso. Esperemos que ahora se enfoquen en el tema que hizo que Murillo Karam y Lozoya se arrugaran en la conferencia de prensa: el origen de la negliencia que llevó a la explosión. Eso es lo que no quieren responder porque saben que les echaría abajo sus planes para privatizar a Pemex.
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