FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: CIRO PÉREZ SILVA.
Se requiere actualizar la normatividad para incrementar la cobertura de tratamientos y detecciones oportunas, señalon activistas.
México, DF. Ante la nueva evidencia científica que permite afirmar que en México se puede detener la epidemia del SIDA, sólo hace falta el compromiso político del gobierno federal para sumarse a una nueva estrategia nacional que coloque por encima de consideraciones presupuestales el beneficio en cantidad y calidad de vida para el paciente y el impacto en salud pública, que representa combinar atención oportuna y prevención.
Al presentar la Nueva Estrategia Nacional en VIH/SIDA por un Pacto para Detener el SIDA en México, que será entregada al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, académicos, investigadores y representantes de organizaciones sociales establecieron que las acciones de prevención y de atención deben estar integradas, y para ello se requiere actualizar la normatividad y las guías nacionales de acuerdo a la nueva evidencia científica; incrementar la cobertura del tratamiento antirretroviral e iniciar tratamientos tempranos; incrementar la cobertura de detección de VIH e infecciones de trasmisión sexual (ITF) en los servicios de salud y en el ámbito comunitario; garantizar servicios de atención combinada a las parejas serodiscordantes; habilitar centros de diagnóstico integral de VIH/SIDA y de otras ITF en las ciudades con mayor prevalencia y mayor número de casos en el país.
Los organizadores, entre los que se encuentra Sahf México Dvvimff, reconocieron que si bien el costo del tratamiento juega un papel fundamental, es necesario entender que por encima de éste no hay inversión en salud más redituable que la que se destina a la prevención y atención de esta epidemia, por lo que proponen un esquema de compras consolidadas para reducir el costo de insumos para éste y otros padecimientos y llevarlos a niveles de países similares tomando en cuenta que es aún mayor el costo de no dar un tratamiento o darlo de manera inadecuada, así como las consecuencias que esto tiene no sólo en la vida del paciente sino en el potencial de transmisión por falta de control virológico.
En el evento, en el que estuvo presente la nueva directora del Centro Nacional para la prevención y el Control del VIH/SIDA (Censida), Patricia Uribe Zúñiga, los diversos ponentes destacaron la urgencia de implementar medidas tan básicas como la distribución de condones en los grupos de mayor riesgo como hombres que tienen sexo con hombres; mujeres transexuales; trabajadores y trabajadoras del sexo comercial; usuarios de drogas inyectables, y personas privadas de su libertad, grupos en los que la prevalencia oscila entre el 0.6 por ciento y 21 por ciento, sin dejar de reconocer que el número de casos de mujeres se ha incrementado en los últimos años y aunque tiene mayores factores de riesgo, su condición de mayor vulnerabilidad se asocia a su relación con su pareja estable.
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