FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ICELA LAGUNAS.
El final se acerca para el líder petrolero, al menos así lo señala el grupo disidente que asegura haber ganado las elecciones. Jorge Hernández Lira exige que la Secretaría del Trabajo lo valide antes del 28 de febrero.
El plazo vence el próximo 28 de febrero. Si la resolución del juez Ricardo Guzmán Wolffer no es favorable a los petroleros que buscan que la Secretaría del Trabajo reconozca a Jorge Hernández Lira como su nuevo líder, el conflicto podría estallar en el interior del Sindicato de Pemex.
Provenientes, sobre todo, de la zona del Golfo, miles de petroleros presionan a Hernández Lira para hacerse escuchar y sentir en las calles del Distrito Federal.
Él les pide paciencia, y que esperen al fallo del amparo 90/2013 que interpusieron ante el Juzgado Tercero de Distrito en Materia del Trabajo, del Poder Judicial de la Federación.
“Carlos (Romero Deschamps) no puede reelegirse cuatro o cinco veces, que es lo que está haciendo él, estatutariamente él ya no puede ser el secretario general”, apunta el líder petrolero electo en asamblea desde el pasado 19 de octubre.
Pese a que han demostrado con documentos la convocatoria a la asamblea, las elecciones y el triunfo de Hernández Lira con el apoyo de las 36 secciones sindicales de Pemex, derrocar al senador Carlos Antonio Romero Deschamps no es una encomienda fácil.
Pese a la negativa para reconocerlo como secretario general del Sindicato, Jorge Hernández Lira se asume como único líder del gremio, mientras que Carlos Romero Deschamps declara abiertamente que él tiene la toma de nota y, por lo tanto, las riendas de la poderosa asociación petrolera.
La pugna le estallará en las manos al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a su regreso de la gira a Costa Rica.
Es justo a Peña Nieto a quien Hernández Lira y el gremio que le apoya envían un mensaje:
“El tiempo se nos está acabando, hemos esperado ya lo suficiente, si no hay respuesta del gobierno, la gente estará aquí (en el Distrito Federal) y decidirá qué es lo que vamos a hacer, pero calcule, cerca de 70 mil gentes estarán por aquí y ya veremos qué es lo que el gobierno responde”.
Así lo manifiesta abiertamente Hernández Lira, ante el silencio cómplice de las secretarías de Gobernación, de Trabajo y de Energía, así como de la Dirección General de Pemex, que han guardado silencio ante el reclamo que agita al gremio.
Hartazgo pero sin amargura
En entrevista con Reporte Indigo, Jorge Hernández Lira manifiesta el hartazgo de la gente que busca expulsar a Carlos Romero Deschamps del Sindicato Petrolero, con el que se han enriquecido él y su familia de manera explícita.
“Quiero decirle al presidente (Enrique Peña Nieto) que tanto la Coalición Petrolera Independiente con 142 mil 130 afiliados, y el 71 por ciento de los trabajadores petroleros que votaron, estamos al servicio de la Nación y queremos trabajar con el presidente, de la mano, para que esto crezca y tengamos un país con mucho futuro”, manifiesta con ánimo de no confrontar.
“Todos tienen conocimiento, a todos se les llevó un legajo de lo que se hizo en la Asamblea; notariado y todo, todos tienen, nadie puede decir que no está enterado de lo que ya sucedió el 19 de octubre”, dice, respecto a la documentación que entregaron oportunamente a las autoridades relacionadas con el tema.
“Yo diría que es el Sindicato, no más poderoso, el más importante. El futuro de México está por verse, ya no podemos tener a gente como él, no tengo nada en contra de Carlos, pero ya se le acabó su período, necesitamos regresar a lo que teníamos: programas sociales, de ayuda, vivienda para los trabajadores”, detalla Hernández desde su guarida en el hotel Congreso, ubicado en el Centro Histórico de la Capital.
De ese lugar entran y salen delegados provenientes de diversas partes del país. Todos expectantes del plazo que vence la próxima semana.
La segunda semana de febrero Hernández Lira y su grupo compacto viajaron a Poza Rica, Veracruz, para encabezar una reunión con líderes petroleros que lo respaldan y negociaron próximas acciones.
El plan para cortar la cabeza de Romero Deschamps está en marcha y tiene la fuerza de 142 mil sindicalizados de la Coalición Petrolera Independiente, aseguran.
En vísperas del estallido de un conflicto petrolero, Hernández Lira espera la llamada prometida de la Secretaría del Trabajo para sentarse a dialogar y resolver el conflicto con el subsecretario del Trabajo, Rafael Avante. La comunicación no se ha producido.
“Referente a la elección, se hizo de acuerdo a los estatutos, el artículo 126 dice que si no convoca el Comité Ejecutivo Nacional ni la presidencia del Consejo Nacional de Vigilancia, las secciones podrán hacerlo, no veo cuál es el problema, la Secretaría del Trabajo argumenta que no se hizo de acuerdo a los estatutos. Todo se cumplió, se hizo, no veo por qué no otorgó la toma de nota”, puntualiza Hernández.
La codiciada toma de nota
Los ánimos se encendieron aún más cuando, tras la negativa de la Secretaría del Trabajo para entregar la toma de nota, salió a la luz pública documentación que, aparentemente, reconoce al senador Carlos Romero Deschamps como secretario general del Sindicato para el periodo 2013-2018.
Aunque oficialmente la Secretaría del Trabajo no ha notificado a este grupo que Romero Deschamps tiene la toma de nota, documentos sellados por la Dirección General de Registro de Asociaciones, reconocen la asamblea del 20 de octubre de 2012, en la que supuestamente resultó reelecto el senador del PRI.
Según esta documentación, en poder de Reporte Indigo, el expediente 10/2095-11 de la Secretaría del Trabajo, con fecha 1 de noviembre de 2012, confirma que la directiva del Sindicato para el periodo 2013-2018 quedó conformada con Carlos Antonio Romero Deschamps a la cabeza.
El resto son: Alfredo Lechuga Flores, suplente; Fernando Navarrete Pérez, secretario del Interior, Actas y Acuerdos; Raúl Ramírez Rangel, secretario del Exterior y Propaganda; Eleuterio de la Rosa Esteva, secretario del Trabajo, y Manuel Limón Hernández, secretario del Tesoro.
Asimismo, Eduardo Antonio Osorio García, secretario de Organización y Estadística, y Ricardo Zúñiga Gómez, secretario de Educación y Previsión Social.
Con fecha 22 de octubre de 2012, el propio Carlos Romero Deschamps y Sergio López Salinas, secretario general y secretario de ajustes del Sindicato de Pemex, respectivamente, solicitaron a la Dirección General de Registro de Asociaciones que les expidieran 50 copias certificadas de la codiciada toma de nota petrolera, autorizando para recibirlas a Carlos Silva Herrera.
Este es el panorama en el que Jorge Hernández Lira y Carlos Romero Deschamps se autonombran cada uno secretarios generales del Sindicato de Pemex. Por separado, exhiben papeles en los que documentan haber sido electos. ¿A quién dará la razón el Estado mexicano?
Cuestionado al respecto, Jorge Hernández Lira es claro: “Si en la Secretaría del Trabajo le dieron la toma de nota, se va armar un escándalo muy grande porque a la hora que el juez dictamine que nosotros somos legalmente la nueva directiva, no sé quien le haya dado la toma de nota, se va armar un grave problema en perjuicio de la gente que la otorgó”, aclara sin reconocer que dicha documentación sea genuina.
La referida documentación contiene en todas sus hojas la frase “Copia certificada” y se anexan los procedimientos que marcan los estatutos del Sindicato para convocar a convención para la renovación de la dirigencia.
Así las cosas, el senador Romero Deschamps y su equipo, habrían convocado a las secciones desde el pasado 3 de octubre para reunirse el 20 de octubre de 2012 en las instalaciones del Sindicato, con sede en la calle Zaragoza, colonia Guerrero, delegación Cuauhtémoc.
También se adjunta el acta de la 25 convención General Ordinaria, según la cual se habrían reunido los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, el Consejo General de Vigilancia, y los delegados, bajo la dirección de Carlos Romero Deschamps.
Fue en esa supuesta reunión cuando Sergio Lorenzo Quiróz Cruz, delegado por la sección 30, propuso la candidatura del senador priista para ocupar de nueva cuenta el cargo de secretario general del Sindicato.
“Destacando en su intervención la personalidad y cualidades que hacen del senador Carlos Antonio Romero Deschamps, el candidato idóneo para ocupar la más alta responsabilidad dentro del Sindicato petrolero”, puntualiza el acta de aquella reunión al más puro estilo del charrismo sindical.
Ahí, de nueva cuenta, el polémico Romero Deschamps y sus huestes habrían salido victoriosos de la simulación de elección para renovar la dirigencia.
El resto fue público. Los medios de comunicación nacionales reprodujeron en octubre de 2012 el comunicado del Sindicato Petrolero en el que se anunció la reelección de Romero Deschamps al frente del gremio.
“Todo fue una simulación, no existió tal convocatoria, todo es una farsa”, acusa Hernández Lira, arropado por el grupo que exige sacar de una vez por todas a Deschamps.
“Somos priistas también, así hemos sido siempre y nuestro estatuto nos marca que somos priistas los trabajadores petroleros”, destaca Hernández Lira.
Demoran aceptar elección
El 23 de noviembre de 2012, la resolución 211.2.2-5077 negó la toma de nota a favor de Lira.
En congruencia con el cotejo realizado, esta Dirección General de Registro de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, considera procedente resolver:
Primero: “En términos de la parte considerativa de la presente, resulta improcedente expedir constancia de comunicación de cambio de directiva a la organización sindical denominada Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, por tanto, esta no se expide”
Segundo: “Notifíquese personalmente a Sergio Gutiérrez Rojas, en su carácter de promotor”.
Sergio Gutiérrez Rojas es el dirigente de la Sección Metropolitana 34 del Sindicato, que efectuó la convocatoria en la que Hernández Lira resultó electo.
Lo que el viento a Juárez
No es la primera vez que Romero Deschamps se enfrenta a una embestida para ser expulsado como líder del Sindicato.
El ahora senador ha esquivado más de una vez a sus detractores, logrando, frente a todos, mantenerse en el cargo una y otra vez, pese a que los estatutos se lo prohíben.
Pero él, como máxima autoridad del Sindicato, decide si hace o no valer los estatutos, pasando por encima de la Secretaría del Trabajo y de los tribunales, según se ha visto.
Nadie parece atreverse a cerrarle el paso.
En su cuarta reelección, Romero se enfrentó a una denuncia derivada de la supuesta asamblea en la que resultó electo para el periodo 2007-2012, que acaba de terminar.
Los estatutos permiten una sola reelección y él, hasta ahora lleva tres, y asegura que estará al frente del poderoso Sindicato hasta 2018. Él llegó a encabezar el Sindicato en 1996.
En 2007 la Coalición Movimiento Nacional de Petroleros demandó ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje la nulidad en la toma de nota de Romero en la asamblea de octubre de 2005, tras argumentar irregularidades.
Esa vez, igual que ahora, el caso llegó hasta el Poder Judicial de la Federación. En aquella ocasión se determinó que sí hubo irregularidades y violaciones a los estatutos del Sindicato, lo que convertía la asamblea en un acto totalmente ilegal.
Pese a que se le ordenó a la Secretaría del Trabajo dejar sin sustancia la toma de nota, y pese a que en 2011 se le notificó a través de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje la anulación de su reelección para el periodo 2007-2012, en una muestra de su poderío, Romero se mantuvo como el único líder.
El gobierno de Felipe Calderón Hinojosa no hizo más. Tampoco hubo rebeliones que pusieran en jaque a las autoridades. Existe el riesgo que la historia se repita, pero también la oportunidad para que Enrique Peña Nieto y su equipo finiquiten, de una vez por todas, esa costosa deuda pendiente con la sociedad.
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