Muchas de ellas jóvenes, otras niñas y algunas mayores, pelean "por igual por su libertad y hasta la muerte", afirmaron.
Con fusiles, machetes y palos ayudan a los hombres a vigilar su fortaleza, su pueblo: "Tepeque", pero aún así tienen miedo, pues presienten que podría desatarse un enfrentamiento, tal vez inminente, con el crimen organizado, historia que entonces se escribiría con sangre.
"Ya corrimos a todos los malandrines de aquí, en cuanto tomamos las armas salieron huyendo, y a los que atrapamos primero se los entregamos al Ejército" comentó una de las féminas adheridas al movimiento, del cual ahora la Policía Comunitaria requirió a 25 individuos aproximadamente, quienes aseguraron son "halcones" (informantes) y algunos otros sicarios de la delincuencia.
También, las entrevistadas refirieron que en patrullajes hechos por los varones se logró quitar al menos 20 vehículos a las personas que aseguraron extorsionaban a la sociedad tepalcatepense.
Aunque el panorama no es fácil, manifestaron que no "le sacan", y por ello hay familias enteras que se unieron a esta lucha por su territorio, según indicaron.
Algunas de ellas están molestas, pues explicaron que los rumores de que la Policía Comunitaria está ligada a un cártel de la droga son falsos: "a esa gente, a los criminales, es a los que combatimos", reprocharon.
Una niña que permanece en un retén, en un acceso al pueblo, con una madurez increíble a la vista, pero más al oído, platicó: "los más chicos estamos asustados, había gente mala vendiendo droga en las escuelas y ya estábamos cansados, por eso tratamos de dejar el miedo y apoyamos a nuestros padres para defender a nuestra gente".
Al menos 500 mujeres salieron a las calles para respaldar la que dijeron es la Revolución por "Tepeque", mientras usaban playeras blancas con frases de paz y letreros de Policía Comunitaria.
Al unísono pedían que el Ejército Mexicano no abandonara la localidad y solicitaban al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, su intervención para frenar "las injusticias contra la población padecidas por el látigo del crimen".
Al caer la noche ya solo se podía ver las siluetas femeninas perderse en la oscuridad, en tanto continuaban revisando los vehículos que pasaban por la zona para que nadie malintencionado entrara a su amado "Tepeque", que se ha convertido prácticamente en su búnker contra la delincuencia que opera en la región. (R)
Con fusiles, machetes y palos ayudan a los hombres a vigilar su fortaleza, su pueblo: "Tepeque", pero aún así tienen miedo, pues presienten que podría desatarse un enfrentamiento, tal vez inminente, con el crimen organizado, historia que entonces se escribiría con sangre.
"Ya corrimos a todos los malandrines de aquí, en cuanto tomamos las armas salieron huyendo, y a los que atrapamos primero se los entregamos al Ejército" comentó una de las féminas adheridas al movimiento, del cual ahora la Policía Comunitaria requirió a 25 individuos aproximadamente, quienes aseguraron son "halcones" (informantes) y algunos otros sicarios de la delincuencia.
También, las entrevistadas refirieron que en patrullajes hechos por los varones se logró quitar al menos 20 vehículos a las personas que aseguraron extorsionaban a la sociedad tepalcatepense.
Aunque el panorama no es fácil, manifestaron que no "le sacan", y por ello hay familias enteras que se unieron a esta lucha por su territorio, según indicaron.
Algunas de ellas están molestas, pues explicaron que los rumores de que la Policía Comunitaria está ligada a un cártel de la droga son falsos: "a esa gente, a los criminales, es a los que combatimos", reprocharon.
Una niña que permanece en un retén, en un acceso al pueblo, con una madurez increíble a la vista, pero más al oído, platicó: "los más chicos estamos asustados, había gente mala vendiendo droga en las escuelas y ya estábamos cansados, por eso tratamos de dejar el miedo y apoyamos a nuestros padres para defender a nuestra gente".
Al menos 500 mujeres salieron a las calles para respaldar la que dijeron es la Revolución por "Tepeque", mientras usaban playeras blancas con frases de paz y letreros de Policía Comunitaria.
Al unísono pedían que el Ejército Mexicano no abandonara la localidad y solicitaban al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, su intervención para frenar "las injusticias contra la población padecidas por el látigo del crimen".
Al caer la noche ya solo se podía ver las siluetas femeninas perderse en la oscuridad, en tanto continuaban revisando los vehículos que pasaban por la zona para que nadie malintencionado entrara a su amado "Tepeque", que se ha convertido prácticamente en su búnker contra la delincuencia que opera en la región. (R)
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