AUTOR: PAULINA VILLEGAS.
En Palacio Nacional, el presidente exhortó a las Fuerzas Armadas a seguir respaldando los esfuerzos del gobierno para proteger a la sociedad.
Ambas las recibió EPN el viernes pasado a 79 días de haber tomado posesión en una ceremonia de corte militar.
Todo sucedió en el patio central del emblemático Palacio Nacional que se vistió de verde, blanco y rojo en una ceremonia de corte militar, donde filas de hombres firmes portaban rifles, uniformes, botas perfectamente lustradas filas, todo al ritmo de los tambores y trompetas doradas.
Fue la inauguración del mandatario donde el general Salvador Cienfuegos, secretario de Defensa Nacional, le hizo entrega de la espada a un presidente evidentemente contento por el honor conferido.
Y en otro momento, el almirante Vidal Francisco Soberanes, titular de la Marina, le entregó el sable, que representa “el temple y la serenidad con los cuales los marinos enfrentan la adversidad”.
Peña Nieto recibió sonriente las dos, afirmando que fue “un alto honor” y “consciente de todo lo que simbolizan” la espada y el sable.
“Armas forjadas con las convicciones de cada soldado y cada marino de México”, dijo EPN acompañado de su gabinete legal y ampliado, y a su derecha su inseparable secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Y si algo destacó la breve intervención de Enrique Peña Nieto fue su mensaje en el que además de rendir homenaje a las Fuerzas Armadas de México también subrayó que su deber se debe realizar con “total y escrupuloso” respeto a los derechos humanos.
Destacó el énfasis en el respeto a los derechos humanos, a solo una semana de que al titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos presentara un reporte de actividades del 2011 donde recalcó el gran número de denuncias por violaciones cometidas por integrantes de la Secretaria de Seguridad Pública y elementos de las Fuerzas Armadas.
Y momentos después de aceptar la espada y el sable, el titular del Ejecutivo dio una serie de instrucciones a los presentes titulares y miembros de las Fuerzas Armadas, como la de revisar y actualizar el Plan Militar de Defensa Nacional Conjunto, para que se articulen y coordinen con la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea de México.
Estas acciones deberán de estar en todo momento alienadas a la nueva política de seguridad que encabeza el gobierno federal y por tanto, los soldados encargados de la seguridad interior comportarse con honor, lealtad, profesionalismo y valor.
Pero no se vio corto en sus muestras de admiración hacia el ejército, la fuerza armada y la marina están (…) “porque en aire, mar y tierra todos los días construyen un mejor país”.
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