La periodista Karina Dalmás y Joaquín Aguilar, víctima de abuso clerical, hablaron al programa de Aristegui sobre la complicidad entre el cardenal Roger Mahony y el arzobispo mexicano, Norberto Rivera Carrrera, en el encubrimiento del sacerdote pederasta, Nicolás Aguilar.
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A principios de febrero se anunció que el cardenalRoger Mahony no podría podrá participar en actos públicos, luego de que la Iglesia se viera obligada a revelar los documentos sobre sacerdotes que abusaron de menores.
Mahony enfrenta acusaciones de encubrirdurante su cargo como Arzobispo de Los Ángeles, concluido en 2011, casos de abusos a menores por parte de religiosos pederastas.
Además del cese de Mahony, la arquidiócesis de Los Ángeles publicó una serie de documentos sobre los más de 100 curas que abusaron sexualmente de menores de edad en su Iglesia local durante la década de 1980.
Karina Dalmás, corresponsal de CNN en Los Ángeles, California, detalló esta información. Dijo que la Iglesia Católica pretendía dar a conocer estos expedientes sin precisar dónde, quiénes sin decir cuándo, pero tras varias apelaciones, se dieron a conocer los detalles de 13 mil documentos, de más de 100 sacerdotes.
Los expedientes revelan documentación interna y comunicaciones dirigidas hacia el cardenal Mahony, en las cuales se hablaba de traslados de sacerdotes confesos dentro de la Iglesia Católica de sus abusos. En lugar de haber sido denunciado ante las autoridades, se los llevaban estos centros de tratamiento.
Dalmás señaló que el arzobispo José Gómez, quien cesó a Mahony, había hablado de “cero tolerancia” en la Iglesia Católica. Y resaltó la interrogante de las víctimas es por qué Gómez no tomó esta decisión desde 2011, cuando él ya tenía conocimiento de estos expedientes.
Refirió que Mahony ha señalado, en varias cartas, que en aquel momento creía en este tratamiento psicológico. Y señaló que en una de las comunicaciones que se han revelado, el vicario de Mahony, Thomas Curry, le habría comentado que dichos tratamientos tendrían que aplicarse con psicólogos que a la vez fueran abogados.
La corresponsal reconoció que la figura de Mahony era respetada en Estados Unidos por su labor en favor de la sociedad migrante.
Dalmás habló de un posible modus operandi, al referirse a la práctica de los sacerdotes pederastas que eran traslados de arquidiócesis en arquidiócesis, para que las víctimas creyeran que eran los únicos abusados.
Joaquín Aguilar Méndez, director de SNAP, organización de víctimas de abuso clerical, habló en el programa de Aristegui de CNN en Español sobre su experiencia de agresión por parte del padre Nicolás Aguilar, quien fue enviado a Los Ángeles en los años ochenta y recibido por Mahony.
En 2006, Joaquín Aguilar interpuso una demanda civil en contra del cardenal Roger Mahony y el arzobispo Norberto Rivera Carrera, por encubrimiento del sacerdote Nicolás Aguilar, de quien sufrió abuso sexual en 1993.
En los años ochenta, luego de varias acusaciones de abuso, Norberto Rivera Carrera envío una carta al cardenal Mahony, en la que mencionaba que Nicolás Aguilar tenía problemas familiares y de salud, para identificarlo como un padre pederasta.
Para 2007, en un interrogatorio Norberto Rivera confirmó que efectivamente este lenguaje secreto hacía alusión a un sacerdote abusador de menores, una especie de alerta.
Roger Mahony lo contradice y señala que no le mandó nada. Joaquín Aguilar concluye que Norberto sabía quién era Nicolás Aguilar y que Mahony pudiendo detenerlo dejó que el sacerdote huyera hacia México.
Karina Dalmás señaló que la versión de la Arquidiócesis de Los Ángeles es que sostuvieron conversaciones con Aguilar y luego intentaron denunciarlo a la línea de atención a víctimas, pero no hubo nadie qué atendiera la llamada.
Joaquín Aguilar envío un mensaje al próximo Papa. Demandó que “no queremos que nos hablen de lo bonito”, queremos que nos entreguen a todas las personas que están involucradas con la pederastia, eso va hacer bien a nuestra iglesia “y va a demostrar que efectivamente quieren un cambio”.
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