AUTOR: FERNANDO CAMACHO SERVÍN.
"Esta noche vamos a meternos al albergue para romperles la madre (...) Vamos por la cabeza del padre", advirtieron presuntos criminales.
Rubén Figueroa, activista del Movimiento Migrante Mesoamericano, informó en entrevista con La Jornada que a las once de la mañana un trabajador indocumentado llegó muy asustado al refugio, luego de que un grupo de delincuentes le advirtieron: "esta noche vamos a meternos al albergue para romperles la madre, a fin ya sabemos cómo entrar. Vamos por la cabeza del padre", dijeron los posibles agresores, en referencia en fray Tomás González, director de La 72.
La amenaza, subrayó Figueroa, es "muy fuerte y muy seria", puesto que los defensores de migrantes en la zona de Tenosique han sido amedrentados y atacados en varias ocasiones durante los meses recientes.
Aunque este mismo domingo fueron detenidos tres supuestos delincuentes en los alrededores de las vías del tren, su líder habría escapado, lo que mantiene el riesgo latente para el refugio, donde en este momento hay entre 60 y 70 indocumentados y tres voluntarios del Servicio de Jóvenes Jesuitas, indicó Figueroa.
"Nosotros ya dimos parte a las autoridades, pero en este momento no hay ningún operativo de seguridad afuera del albergue. Queremos que se queden a vigilar de manera permanente, no que sólo den rondines", enfatizó.
"La amenaza es muy seria. Es la gente que tiene tomada la ruta de los migrantes de Tenosique a Coatzacoalcos, que los secuestran, los avientan del tren si no les pagan o los obligan a traficar y matar a otros migrantes. Tenemos un miedo muy fuerte, pero esta noche la vamos a pasar aquí a pesar de lo que está pasando. Nos vamos a defender como podamos", manifestó.
Figueroa lanzó un llamado en redes sociales para que los integrantes de organizaciones sociales acudan al albergue como "escudos humanos" y responsabilizó a las autoridades de los tres niveles de gobierno por la seguridad y la vida de los activistas.
Cabe recordar que Amnistía Internacional y otros colectivos han lanzado numerosas advertencias sobre las amenazas sufridas por Fray Tomás González y Rubén Figueroa, exigiendo a las autoridades mexicanas que investiguen y detengan a los responsables.
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