FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
Los cambios a los estatutos aprobados este fin de semana por el PRI para aplicar cambios internos que había limitado desde 2001, marcan un regreso a un presidencialismo en el que el mandatario en turno tendrá la capacidad para gobernar el partido.
Este fin se semana el Partido Revolucionario Institucional (PRI) modificó su plan de acciónen la XXI Asamblea Nacional en el tema del IVA en alimentos y medicamentos, en modernización energética y en la conformación de su Consejo Político Nacional.
Sobre el tema, los analistas de la Mesa Política de Noticias MVS, Denise Dresser, Sergio Aguayo y Lorenzo Meyer, coincidieron en señalar que estos cambios, lejos de ser impulsados por el partido son cambios que favorecen al actual presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Estos cambios, argumentó Dresser, tienen la “huella dactilar de Enrique Peña Nieto, que ha sido descentralizar al poder y fortalecer a la Presidencia, una Presidencia que según él se había vuelto débil y acotada por los poderes fácticos en los anteriores gobiernos panistas”.
Recordó que desde la presidencia de Ernesto Zedillo (1996-2000) habíamos visto el nacimiento de una tendencia de indisciplina partidista hacia el mandatario, pero con la aprehensión de la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo “se regresa a una época de absoluta disciplina a la autoridad presidencial”.
Este va a mantener a PRI preguntándose a todos quién podría ser el siguiente, “todos los priistas van a hacer todo lo que Enrique Peña Nieto diga, exija, por el temor a ser el siguiente castigado”.
Sergio Aguayo coincidió al señalar que esta es una recuperación del presidencialismo, “de que regresamos a la época de ‘lo que usted diga señor Presidente’”.
Destacó que como gobernador del Estado de México, Peña Nieto planteó cómo revisar sus discursos y tuvo la capacidad de “ir sometiendo” con base en alianzas y subsidios, fue logrando someter a PRI y “ese fue ariete con el cual fue minando a las oposiciones y ese fue el ariete que lo llevó a la presidencia”.
Al respecto, el historiador y analista político Lorenzo Meyer señaló que el verdaderopresidencialismo priista del siglo XX estaba integrado por tres poderes: losconstitucionales, los metaconstitucionales y los anticonstitucionales.
En el caso de Peña Nieto consideró que cuenta con los dos primeros: constitucional por haber ganado la elección presidencial, y metaconstitucional por su cargo no sólo como jefe de Estado y de Gobierno, sino como “casi jefe de su partido”.
Al respecto, advirtió que con tal “acumulación de poder –que se refleja en el golpe a Elba Esther Gordillo- quedan muy pocas defensas para que llegue a ejercer poderes anticonstitucionales”. En la historia del priismo, señaló Meyer, el uso de ese poder se ha relacionado con actos “ilegales, criminales, con decisiones presidenciales que hicieron que alguien perdiera la vida, desde individuos, como Rubén Jaramillo, hasta colectivamente, como en el 68”.
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