AUTOR: Raymundo León.
Tras entregar los certificados de acreditación de esta institución a los programas educativos de las carreras de Comercio Exterior y Economía de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, señaló que esto es el inicio de un proceso de mejoramiento de la calidad educativa que tiene en la evaluación la política por excelencia de la educación superior.
Señaló que México entró tarde a este tipo de evaluaciones porque en Estados Unidos e Inglaterra se llevan a cabo desde principios del siglo pasado y hoy son una parte fundamental de los sistemas de educación de esos países.
Precisó que en México los primeros intentos de evaluación de los programas de educación superior se dieron en1989 a través de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), pero entonces era muy difícil que las universidades solicitaran su aplicación porque era voluntario.
En la actualidad, dijo, ya es una cultura y cada vez son más las universidades mexicanas que buscan la evaluación a través del Consejo Nacional de Acreditación que como una asociación civil es un organismo representante de la sociedad, integrado por especialistas en educación.
Es un organismo, puntualizó, que puede decir si un programa educativo es pertinente, si tiene la calidad suficiente para formar profesionistas y hacer investigación.
Expuso que la búsqueda de la excelencia académica es una tarea titánica para México, pues de los 15 mil programas de educación superior que existen en el país, sólo han alcanzado la acreditación 900. Explicó que la acreditación de un programa de educación superior es un proceso laborioso en el que participan la rectoría, los directivos y los profesores de la universidad que lo solicita y que requiere un mínimo de elementos.
Se les pide información sobre recursos humanos como profesores de tiempo completo y los que están integrados al Sistema Nacional de Investigadores; procesos, en especial el de enseñanza aprendizaje; y resultados, que tienen que ver con la calidad de los egresados, los productos de investigación y la vinculación con la sociedad. Todo ello, para hacer un juicio de la dirección al cambio.
La acreditación es un medio para entrar a un proceso de mejoramiento continuo de la calidad de los programas educativos, precisó.
Arroyo Alejandre indicó que las universidades, sobre todo las públicas, no pueden enfocarse sólo a la estructura, sino a la formación de gente integral, que sepa pensar, identificar problemas y resolverlos de manera sistemática, que tengan posibilidades y habilidades para crear sus propios empleos, y la capacidad para laborar en una empresa.
No se trata de impartir conocimientos y habilidades específicos, sino enfatizar en la capacidad analítica, de investigación, de aprendizaje porque la información ya no sólo está en las universidades, sino en la web y en mayor cantidad. Son tendencias nuevas para cualquier universidad, subrayó.
Dijo que la acreditación de los programas educativos es un paso importante, pero más que la calificación lo fundamental son las recomendaciones que se dan a las universidades para que mejoren su calidad y generen mejores profesionistas, porque son estos los directores de la sociedad y si no están bien preparados entonces la dirección que toma el país no es la correcta.
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