Por: Noé Zavaleta
La foto de Félix Márquez donde aparece un grupos de autodefensa en Veracruz.
Foto: Félix Márquez
XALAPA, Ver. (apro).- Félix Márquez, el fotorreportero que exhibió las mentiras del gobierno de Javier Duarte al documentar gráficamente la existencia de guardias civiles en el municipio de Tlalixcoyan, se sumó a la larga lista de periodistas veracruzanos que decidieron abandonar el estado ante el sistemático acoso y hostigamiento gubernamental.
Luego de que el titular de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita y el propio Duarte descalificaran su trabajo periodístico e incluso soltaran la idea de que debería estar en la cárcel, el reportero gráfico de la revista Cuartoscuro, entre otros medios,explica a Apro las razones de su partida.
“En Veracruz no existen las mínimas garantías de seguridad. La situación era muy hostil y necesitaba asesoría jurídica”, dice.
Márquez decidió refugiarse en el Distrito Federal, donde continuará su trabajo. “No quiero estar escondido
ni me voy a exiliar, buscaré protección jurídica”.
A pesar de su juventud –tiene 24 años–, Márquez comenzó a ejercer el fotoperiodismo hace seis años, en 2007, todavía siendo estudiante universitario.
Hoy más que nunca está convencido de que en Veracruz no existen las mínimas condiciones de seguridad, ni garantías para la libertad de expresión a causa del aparato gubernamental.
“Lo que pasó conmigo es una falla de ellos, porque no supieron cómo callar a un medio nacional, como lo hacen con los locales”, refiere.
En la entrevista, el fotorreportero asegura que ya entró en contacto con varias organizaciones que le brindaron su apoyo, aunque aclara que todavía sigue en la evaluación de riesgos.
Sobre por qué razón no salió con “medidas cautelares activadas”, dice que fue porque las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación para los que trabajaba lo respaldaron.
La decisión de dejar su tierra natal, subraya, no es protagonismo. Confiesa que sí sintió “calambres” cuando el secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez, declaró que había pagado dinero a las personas que aparecieron en las fotos como guardias civiles en la región del Sotavento, y que por esa razón él debería estar detenido.
“Era el secretario de Seguridad Pública, no era cualquier persona; después, me entero que intentaron hackear la página de Cuartoscuro y el ataque provenía de Veracruz”, cuenta.
Agrega que él y los dos periodistas que cubrieron el asunto nunca se imaginaron que el gobierno los iba a tratar de desmentir, menos con las fotos. “Creo que pecamos de ingenuos”, dice.
Después del linchamiento mediático contra Márquez, la agencia Cuartoscuro, a través de su director, Pedro Valtierra, envió una carta al gobierno de Veracruz, con copia a distintos medios de comunicación en la que respalda el trabajo de Félix Márquez y asegura que las imágenes son “verídicas”, que no son “montadas”, como insinuó Buganza.
Asimismo, manifiesta preocupación por “la actitud” del gobierno de Veracruz con su reportero, “quien ya no está en Veracruz por razones de seguridad”.
Por separado, el comisionado estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, Jorge Morales, envió una carta a Duarte lamentando sus declaraciones.
“Como periodista manifiesto mi más profunda indignación por las expresiones de las autoridades que, lejos de contribuir a la consolidación de un clima de libertades democráticas de sus ciudadanos, y, especialmente, de los trabajadores de la prensa en Veracruz, cuya labor es cada vez más difícil, peligrosa y compleja, las debilitan, minan el respeto a su investidura y envían una nueva señal ominosa de incertidumbre y temor”.
En la red social de Facebook, Ignacio Carvajal, corresponsal de AFP en Veracruz y amigo de Félix Márquez, también dirigió una misiva al gobierno priista durante el fin de semana en la que le recuerda la espiral de violencia que en los últimos cuatro años ha sacudido a esta entidad y en la que los reporteros también han sido afectados.
“Señor gobernador, cuando comenzaron las balacera en Veracruz, cuando comenzaba la flama que en el país ya era un incendio, hace unos cuatro años, Fidel Herrera Beltrán, decía y decía, que eso no pasaba en Veracruz. Qué era un lugar muy seguro y que jamás, nunca, la violencia sería la misma en la entidad.
“Desde entonces, hemos visto…alcaldes asesinados, balaceras en plazas comerciales, secuestros al por mayor, el asesinato de más de 10 periodistas, atentados contra sus mismos secretarios de su despacho, cientos y cientos de cuerpos regados en las calles, dos matanzas en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, 35 muertos en Plaza Américas y ahora, que en otras partes del país, se dan guardias comunitarias usted reacciona igual, diciendo que eso no pasa en Veracruz.
“No se enoje con los mensajeros. Los hechos y la realidad allí están. Tarde que temprano lo tienen que reconocer”, consigna.
En lo que va del sexenio de Javier Duarte de Ochoa han sido asesinados nueve periodistas veracruzanos –seis de ellos de la fuente policiaca–, además de la corresponsal de Proceso, Regina Martínez Pérez.
Además, tres más tienen la etiqueta de desaparecidos y más de 30 de exiliados.
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