FUENTE: BLOG DE IZQUIERDA.
AUTOR: VICTOR HERNÁNDEZ.
La precandidata panista a diputada local de Zacatecas, Giselle Arellano, perdió en definitiva la candidatura luego de un mes de guerra sucia en su contra en la cual la acusaron de ser escort cuando no era el caso simplemente por haber posado en lencería.
De acuerdo con El Universal, quien se quedó con la candidatura fue Silvia Rodríguez Ruvalcaba, quien ya fue diputada local de 2007 a 2010, y quien además fue señalada por Arellano como una de las panistas que promovieron la impugnación en su contra.
El viernes pasado el PAN dedsechó la candidatura de Arellano, acusándola de no tener un modo honesto de vivir.
Al día siguiente el PAN desechó la impugnación por lo cual Arellano sí pudo contender por la candidatura en las elecciones del domingo, pero el daño ya estaba hecho.
Con lo cual tenemos que a Arellano el PAN le dio el trato fraudulento y calumnioso que le ha dado antes a la izquierda.
El detalle es que el PAN acusó a Arellano de no tener un modo honesto de vivir. Y ese veredicto pudo haber tenido influencia en el resultado de la votación (asumiendo que el PAN no hizo fraude como acostumbra hacer.)
Y si una falsedad contra Arellano le causó un daño político, entonces Arellano debería demandar al PAN por daño moral.
Lo que resulta extraño es que Arellano siga en ese partido. Ya vio cómo es; ya vió que son retrógradas; y ya vió cómo operan.
Lo que Arellano debería hacer es sumarse a la izquierda. Porque en el PAN no la van a dejar tener una carrera política. Y si de lo que se trata es de luchar por los migrantes, en la izquierda lo puede hacer mejor.
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