UNA GOLPIZA EN NOMBRE DEL PAPA FRANCISCO

FUENTE: DIARIO REGISTRADO.

Este sábado, una pareja de homosexuales fue golpeada por un grupo de personas en una fiesta en San Isidro. Antes de agredirlos brutalmente, les dijeron que ser gay era "un pecado", que como "el Papa es argentino, no pueden haber putos argentinos" y los echaron del lugar porque estaban en "una casa católica".

Pedro Robledo fue agredido en una fiesta privada tras besarse con su acompañante, Agustín Sargiotto.

Pedro contó que mientras disfrutaba de una celebración en una quinta de San Isidro -junto a aproximadamente 200 personas-, se le acercaron unas personas y uno de ellos le dijo: "La homosexualidad es un pecado, y ahora que el Papa es de todos los argentinos, ustedes son una vergüenza para la Argentina".

"El Papa es argentino, no pueden haber putos argentinos", le dijeron a Pedro antes de comenzar a golpearlo.

“Un pibe me dijo que nos teníamos que ir porque estábamos en una casa católica y no podía haber putos argentinos cuando hay un Papa argentino. Me dio una piña en la cara que me dejó en el piso y durante cuatro horas no reaccioné según me cuentan. No me acuerdo de nada de lo que pasó en ese tiempo”, contó Pedro en diálogo con el portal INFOnews.

Luego fue trasladado a un hospital, y tras salir se dirigió junto a su pareja a una comisaría de San Isidro en donde denunció la cobarde agresión. El joven anticipó que este martes se presentará en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). Pedro indicó que el nombre del agresor denunciado es Juan Ignacio Amenábar.

Repudio

El presidente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), Esteban Paulón, expresó más temprano: "Es llamativo que los agresores invocaran la argentinidad del Papa Francisco a la hora de emprender la golpiza hacia Pedro y Agustín. Esperemos no estar frente a un rebrote fanático que nada tiene que ver con el espíritu de la enorme mayoría del pueblo católico. Nuestro país ha decidido hace más de dos años consagrar la igualdad plena para todas y todos los ciudadanos a partir de la ley de Matrimonio Igualitario. Y esa igualdad debe garantizarnos el derecho a la libre expresión de sentimientos en cualquier ámbito y bajo cualquier circunstancia."