Ante la situación de violencia que se vive en el país, en donde incluso han aparecido policíascomunitarias, existe el riesgo de un estallido social, de que se dé el paramilitarismo y hasta en un caso muy extremo que se desate una guerra civil; advierte el profesor investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad de Colima, José Ángel Mendez Rivera.
“Definitivamente hay riesgo de un estallido social, pero se ha llegado a eso porque la corrupción ha carcomido al Estado, la corrupción ha ido de la mano con la pérdida de valores, y la pérdida de valores ha sido el resultado de ese concepto de laicismo que no se ha profundizado. (…) Hablamos mucho de laicismo pero es el laicismo político, no el cultural filosófico que hace a las sociedades verdaderamente laicas, desde ahí viene el problema, es más estructural”, expone en entrevista con Avanzada.
–¿Hasta dónde está el riesgo de un estallido social? Se han levantado grupos ¿Pero podría darse más violencia?
–Veamos a Colombia qué le pasó -responde-. El propio narcotráfico puede vincularse con esos grupos.
–¿Hay riesgos del paramilitarismo?
–Sí, yo creo que sí, Hay riesgo de un paramilitarismo, si no es que también hasta de la guerrilla.
–¿Y cómo podemos evitar esto?
–Tenemos que regresar a una solución estructural, a un rediseño constitucional del poder, ya es tiempo, y si no se hace podemos llegar a problemas muy graves. No sé si de una guerra civil, pero sí a problemas muy graves de una violencia generalizada, pero además legitimada en la misma sociedad, la prueba son esos grupos que están apareciendo de autodefensa, que tienen la legitimidad de la sociedad civil.
LAICIDAD MALENTENDIDA
El doctor en Derecho menciona que para recuperar la seguridad desde el tejido social, necesitamos volver a replantear el tipo de educación que se imparte en el país desde el concepto de Estado laico. “Yo creo que ahí es donde nos hemos perdido, mientras que en otros países la laicidad es un concepto cultural, en México es un concepto político, incluso se habla de Estado laico”.
Explica que en otros países se habla de la laicidad, o sea la sociedad laica, como un fenómeno de cultura, esto quiere decir que la verdadera sociedad laica privilegia la pluralidad de opciones éticas, mientras que en México hemos caído en una idea de Estado laico en confrontaciones de poder, por un lado de la Iglesia y por otro lado del Estado.
El tejido social está roto porque no tenemos visiones éticas viables, abunda José Ángel Mendez, “nos hemos encerrado en opciones éticas fundamentalistas desde dos posiciones antagónicas, por un lado la de una sola visión confesional y por otro una visión de corte más bien desde el liberalismo trasnochado, que confronta también nada más”.
En cambio, abunda, “una sociedad laica no confronta, sino que pluraliza y suma opciones éticas para desde ahí construir el tejido social, esto nos lleva a que también se va a reflejar en el sistema educativo, una opción laica de educación que permite pluralidades éticas y desde ahí podemos reacomodar el tejido social”.
El académico anota que esto es un poco conceptual pero es necesario entenderlo porque sí no sólo vamos a caer en frases huecas como las que mencionan los políticos.
Cuestionado sobre cómo ser una sociedad laica, responde que se debe de empezar por la tolerancia educativa, donde todas las opciones éticas sean plurales y posibles, como pasa en otras sociedades más avanzadas. “Aquí el laicismo lo hemos convertido en algo político, cuando es un concepto cultural, donde la sociedad camina de la mano de sus diversas opciones éticas”.
“El problema es que corrompieron el sistema educativo por décadas. En esas visiones antagónicas la propia ética se perdió, todo se volvió político, legalista, que nos lleva a la simulación. Esto ha generado la pérdida de valores, la corrupción que pernea, el narcotráfico ahí surgió, en ese esquema de corrupción que prevalece en todo el sistema político”.
Es ahí el origen de los problemas, dice Mendez Rivera, “esta malinterpretación del laicismo es lo que ha generado la descomposición social, porque si vemos cómo se ha venido descomponiendo la sociedad, nos damos cuenta cómo se han venido perdiendo los valores, porque la propia ética se perdió en esos antagonismos de un laicismo malentendido”, concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario