Por: Martha Anaya
Cuauhtémoc Cárdenas acababa de leer su discurso a las puertas del mausoleo en el que reposan los restos de su padre (Lázaro Cárdenas) en el Monumento a la Revolución. Un centenar de amigos y funcionarios acompañaba al ingeniero bajo la cúpula del monumento a la Revolución. Jesús Zambrano dio unos pasos hacia su izquierda. Se le acercó gente que quería tomarse una foto y algún otro para solicitarle una gestión.
Parecía quedar libre y comenzamos a platicar con él. “Fuerte el discurso de Cuauhtémoc”, le dije. El perredista comenzaba a responder con un: “Muy bien…”, cuando se acercó un hombre cercano a los 30 años y le soltó en voz alta: “¡Zambrano, salte del Pacto!”. El dirigente nacional del sol azteca lo miró. Aquél siguió: “Nadie en el PRD está de acuerdo. Nadie votó por eso”. Zambrano respondió: “No es cierto, muchos están de acuerdo… pero eso lo discutimos en otro momento”.
En ese instante, una decena de jóvenes se sumaron con gritos y pancartas al que reclamaba (luego sabríamos que se llama Marcos Moyado y es de Iztacalco, según él mismo diría). Prácticamente se le
echaron encima a Zambrano al grito de “¡traidor!” y carteles que interrogaban: “¿Dejaste la guerrilla por dinero?”.
Zambrano dio media vuelta. Buscó salir por el centro de la cúpula. Jóvenes y gritos lo perseguían: “¡Fuera! ¡Fuera! ¡Vendido!”. Silvano Aureoles corrió a ayudarlo. Pasó un brazo por el hombro de Zambrano y caminaron a toda prisa hacia La Fragua donde les esperaban las camionetas. Casi al llegar a ellas, en plena esquina, Zambrano tropezó con uno de los largos topes negros y cayó al piso. Rodeado de la gritería y fotógrafos, se reincorporó y logró subir a la primera camioneta junto con el coordinador de la bancada perredista en la Cámara de Diputados. Los vehículos dieron vuelta en u de inmediato y partieron velozmente.
Tres de las jóvenes que protestaban posaron para los fotógrafos. Se identificaron como “Amigos de Noroña”. El que inició la protesta, Moyado, pasó al frente para denunciar que Zambrano lo había “amenazado” porque le dijo: “Ya te ubiqué”. Vestía una camiseta negra en cuya espalda se veía en letras doradas bastante deslavadas el nombre de Morena y el águila con las alas desplegadas. Dicho lo anterior, volvió al monumento y se tomó una foto con Cárdenas.
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CÁRDENAS SUBE DE TONO LA CRÍTICA.- En el 75 aniversario de la expropiación petrolera, Cuauhtémoc Cárdenas hizo fuertes críticas a la Estrategia Nacional de Energía -“documento inconsistente y lleno de lugares comunes, que no precisa los criterios y las metas del mandato que el Estado debe dar” a Pemex- y manifestó su temor de que ésta sea aprobada tal como la envió el Senado a la Cámara de Diputados.
Acompañado de su hijo Cuauhtémoc, de Zambrano, Aureoles, Manuel Camacho, Dolores Padierna, Javier González Garza, Marco Antonio Adame, entre otros, el ingeniero subrayó lo “preocupante” que resulta la propuesta energética porque, entre otras cosas, se ha diseñado considerando que la economía crecerá a 2.1%, al igual que la producción de hidrocarburos; porque tampoco precisa si se construirá la nueva refinería de Tula, o seguirá la sangría por la importación de 50% de los combustibles; ni dice cómo estimular las inversiones en petroquímica y ductos.
En cuanto al debate sobre el gas shale, el hijo de Lázaro Cárdenas sí que parecía molesto. Comentó que se escuchaba frecuentemente decir que la explotación de esta materia “prima debe sujetarse a una regulación distinta a la del petróleo y el gas natural”. A ello Cárdenas respondió: “Quien así argumenta debe pensar que todo el que está enfrente es un ignorante”.
Y para quienes quieren hacer de Petróleos Mexicanos una empresa como Petrobras, expuso: “Puede ser”. Pero se tendría que ir por pasos: concédase primero la autonomía presupuestal y de gestión. Déjese operar en esas condiciones, véanse los resultados sin precipitación y estúdiense bien los siguientes pasos a dar.
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