María Isabel González denunció que fue golpeada por Arturo Morales Torres, chofer de la ruta 1 y su acompañante Ana Gabriela de la Luz Anaya; el juez cívico le solicitó pagar mil 900 pesos por participar en una riña.
En su testimonio aseveró que Javier Rojas Rojas, funcionario del juzgado cívico de la Coordinación Territorial AOB4, le dijo que si quería continuar el procedimiento debía pagar una multa de hasta mil 900 pesos por participar en una riña.
Debido a que no llevaba esa cantidad, ni contaba con asesoría legal, accedió por sugerencia del juez a firmar un acuerdo de reparación del daño, mismo que no fue firmado por la autoridad. A la fecha las demandas no han sido atendidas.
Los hechos
María Isabel González subió a la unidad 0011060 de la ruta 1, que va de Taxqueña a San Ángel, el pasado 16 de abril. En el vehículo, solicitó al operador, identificado como Arturo Morales Torres, que dejara de tocar el claxon de manera constante y estridente, ya que asegura lo realizaba en cada esquina, pero que como respuesta obtuvo “si no te parece, bájate”, publicó el diario La Jornada.
Ante la respuesta y debido a que el conductor viajaba acompañado de una mujer a su lado, ”sentada en un bote” y un pequeño entre sus brazos, María Isabel le advirtió que lo reportaría. “Haz lo que quieras”, respondió el chofer, por lo que al bajar del vehículo anotó las placas de la unidad.
La acompañante de Morales Torres, identificada como Ana Gabriela de la Luz Anaya, la amenazó con “partirme la madre si me metía con su esposo”. La pasajera hizo caso omiso a la amenaza y recibió a cambio un puñetazo en el rostro, tras lo cual ambas mujeres cayeron al suelo. Agregó que mientras trataba de contener los golpes de su atacante, el operador del vehículo la pateó hasta que alguien intervino.
Después de las agresiones dio aviso a una patrulla que remitió a la pareja a la agencia 24 del Ministerio Público. Los uniformados trataron de convencer a María Isabel de no levantar la denuncia debido al largo y complejo proceso.
Sí denunció
Sin embargo ella insistió pero los exámenes médicos concluyeron que tenía esguince cervical de segundo grado, entre otras heridas, que tardaban menos de 15 días en sanar y por lo tanto correspondía a un juez cívico.
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