FUENTE: BLOG DE IZQUIERDA.
AUTOR: VICTOR HERNÁNDEZ.
A Luiz Inácio Lula da Silva se le respetaba porque había sido un presidente de izquierda moderada muy al estilo de Andrés Manuel López Obrador que además sorteó la crisis económica de 2008 reduciendo impuestos a la clase media.
Pero desde 2011, luego de dejar el poder, Lula se convirtió en comerciante conferencista, cobrando 200 mil reales (alrededor de 120 mil dólares) por conferencia, cantidad superior a la que cobra Bill Clinton por dar una conferencia.
No tiene nada de malo, desde luego, excepto por un detalle: Lula igual se alquila para dar una conferencia para la empresa LG en Corea del Sur, que para aparecer en un spot de Nicolás Maduro, que para dar una conferencia para la Cruzada contra el Hambre de Rosario Robles (lo hará el 19 de abril), quedándose con el dinero que podría ser, bueno, para alimentar a gente en pobreza extrema en municipios con más de 50% de pobreza extrema a donde la cruzada contra el hambre no va a llegar.
¿No tiene vergüenza Lula? Entiendo que apoye a Maduro, ya que Lula era muy buen amigo de Hugo Chávez. Entiendo también que de conferencias para LG. Total; es una empresa.
¿Pero para un gobierno corrupto y asesino como el de Enrique Peña Nieto?
Al parecer Lula ha llegado a la conclusión de que no importa hacerle el caldo gordo a la derecha siempre y cuando paguen.
Los que perdemos, desde luego, son los mexicanos, con ese desperdicio de los impuestos.
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