viernes, 26 de abril de 2013

Operan 54 agentes de la DEA en México; todos armados: Jesús Esquivel

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Gustavo Castillo García.

Presenta libro sobre el narcotráfico, contado por elementos antidrogas.

México, DF. Para agentes antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), Amado Carrillo Fuentes, El señor de los cielos, ha sido el narcotraficante más inteligente y peligroso que ha tenido el país. Joaquín El Chapo Guzmán Loera se transformó en un personaje conocido en casi todos los rincones del planeta gracias a los medios de comunicación, y el gobierno mexicano, por corrupción, no lo ha detenido. Osiel Cárdenas mataba a la gente por placer, era un sicópata y un criminal despiadado. Juan García Ábrego, un poco cobarde, yLos Zetas, la chusma del narcotráfico mexicano, señala el libro La DEA en México, una historia oculta del narcotráfico contada por los agentes, escrito por el periodista mexicano Jesús Esquivel.

En entrevista con La Jornada, habla de su texto, en el cual relata cómo operan los agentes de la DEA en México; cómo han tenido que tragarse las traiciones de sus contrapartes, a quienes no denuncian, haciéndose cómplices de los funcionarios públicos comprados por los traficantes, para no afectar sus operaciones.

En el libro editado por Grijalbo se presentan revelaciones en casos como la muerte del agente de la DEA Enrique Camarena; la captura y extradición de Juan García Ábrego y la confirmación de la muerte de Amado Carrillo.

En el texto, agentes en activo y retirados aseguran al informador que la estrategia contra el crimen organizado que impulsó Felipe Calderón empeoró la situación del tráfico de estupefacientes, generó el surgimiento de nuevas organizaciones y sólo logró la captura de capos de segundo o tercer nivel.

–¿Qué fue lo más difícil para realizar el libro?

–Conseguir agentes que estuvieran dispuestos a hablar de su trabajo en México y, sobre todo, que lo hicieran con nombre y apellido, porque hay varios que siguen en activo. La idea era escribir una radiografía de la DEA, cómo opera, lo que en realidad hacen sus agentes en el país y cómo actúan, en qué se equivocó la agencia.

–Tu libro da la idea de que en realidad la DEA regula el tráfico de enervantes, ¿es así?

–Su objetivo primario es detener cargamentos que van hacia Estados Unidos. Si por añadidura logran ubicar algún integrante de un cártel, esa información se la pasan al gobierno mexicano. Su gran ambición es arrestar y enviar a su país a los jefes de los cárteles, aunque saben que no en todos los casos lo van a lograr.

–¿Confían en las autoridades mexicanas?

–¡En nadie!

–¿Los agentes de la DEA andan armados en México?

–Sí. Además, entran a México como administradores técnicos o personal de la embajada, y no se reconoce oficialmente. Como tampoco que han acompañado a autoridades durante operaciones y detenciones, como las de Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, Juan García Ábrego, el general Jesús Gutiérrez Rebollo y Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo (hijo de Ismael El Mayo Zambada), que se llevaron a cabo por información de la DEA.

–¿A qué políticos mexicanos investigaron?

–Uno de los casos fue Raúl Salinas, pero no le pudieron comprobar nada. También recibieron información del presidente Carlos Salinas, y tampoco. De Genaro García Luna han escuchado muchas cosas, pero insisten en que no han acreditado nada.

“Tienen maneras sutiles de jalarle los hilos al gobierno de México. Uno de los entrevistados me decía: ‘Cuando nos llega un informe y ya corroboramos que fulano está metido o un gobernador, pedíamos una reunión con él, le mostrábamos lo que sabíamos. Se lo dejamos nada más para que se entere, saliendo de su oficina todo estaba bien de nuevo’. No van a cambiar su táctica porque les ha dado resultados por más de 30 años”.

–¿Cuántos agentes tiene la DEA en México?

–54, y cada uno, en promedio, opera con 15 informantes. Tienen infiltrados en el gobierno, en las policías, en los cárteles. Sus pagos van de 500 a 7 mil dólares mensuales. Además, los estadunidenses también realizan operaciones encubiertas en nuestro país, se hacen pasar por narcotraficantes interesados en negociar con los grupos mexicanos. Cuentan con dos centros de inteligencia en México, uno en el Distrito Federal y otro en el municipio de Escobedo, en Nuevo León. Además, oficinas regionales en Mazatlán, Mérida, Monterrey, Matamoros, Guadalajara, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Hermosillo y Tijuana

–¿Hay casos de corrupción de los agentes de la DEA en México?

–Registrados, ninguno en activo.

En su libro, Jesús Esquivel narra que los agentes estadunidenses “han llegado incluso a cometer actos de corrupción y a encubrir crímenes de mexicanos y ciudadanos estadunidenses que pudieron prevenirse, pero que los agentes extranjeros sacrificaron por salvar el pellejo a sus informantes”, pues de sus fuentes confidenciales obtienen la esencia de sus investigaciones, y son narcotraficantes, militares, policías, marinos y funcionarios.

Asimismo, apunta que una de “las verdades más importantes de la misión de la DEA en México” es la “relación convenciera con los cárteles del narcotráfico”, ya que los agentes entrevistados reconocen que “es consciente que si un cártelfiltra información detallada de uno de sus enemigos, es porque por otro punto (de la frontera) ese grupo está pasando un cargamento tal vez mayor”.

De Felipe Calderón, los agentes de la DEA consideran que los golpes al narcotráfico no mermaron el trasiego de drogas. “Al contrario (...) generaron y provocaron la violencia que azota al país, y si Joaquín El Chapo Guzmán sigue libre fue por la enorme corrupción que se expandió en el gobierno de Calderón”.

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