AUTOR: RODRIGO VELLEGAS/ PAULINA VILLEGAS.
El complot para asesinar a López Portillo, su amistad con el ‘Negro’ Durazo y las presuntas cuentas suizas del General Acosta Chaparro son tan solo algunas de las revelaciones
Uno de los documentos secretos proveniente de la embajada estadounidense en México, publicado por la organización Wikileaks, asegura que durante los tumultuosos años de la década de los 70, particularmente en 1976, corrían en México fuertes rumores de un posible atentado contra el recién electo, José López Portillo, el cual era orquestado por el entonces presidente Luis Echeverría.
El documento precisa que, en este contexto, el gobierno de Estados Unidos analizaría seriamente los posibles escenarios y acciones a tomar en caso de que los “crecientes y persistentes” rumores se hicieran realidad.
Entre las fuentes citadas está en primer lugar el embajador estadounidense, quien de acuerdo con la información publicada, escuchó sobre el posible plan de asesinato poco después de la nominación de López Portillo.
Además, el cable menciona a un “empresario amigo cercano de López Portillo,” que indicaba que un círculo cercano al expresidente Echeverría, el cual incluía a líderes militares de alto rango, tramaba el complot, y que el “accidente” se le atribuiría a la Agencia de Inteligencia Estadounidense (CIA).
‘Ahorros’ en Suiza de Acosta Chaparro
Otro cable relacionado con información financiera, involucra al exjefe de policía de Guerrero recordado por su participación en la guerra sucia de los 70 Arturo Acosta Chaparro.
El documento publica información interna del banco y correspondencia que habla de la compañía Symac Investments constituida por Acosta Chaparro y su esposa, Sylvia Madrigal de Acosta, y la relación de esta compañía, valorada de millones de dólares, con las acusaciones que se le imputaron al también militar de proteger y estar coludido con el cártel de Juárez.
De acuerdo con el cable, publicado ayer, el banco suizo Julius Baer, dedicado exclusivamente a gestión patrimonial, incumplió con su obligación de “conocer a su cliente” para prevenir el lavado de dinero, administrando el patrimonio de Acosta Chaparro y de Symac a finales de los años 90, cuando el general estaba siendo procesado por cargos de narcotráfico, además de su participación en la guerra sucia, suprimiendo guerrillas entre 1975 y 1981.
Acosta Chaparro fue arrestado y condenado en 2002 a 15 años de prisión por nexos con el narcotráfico, hasta que en 2007 la condena fue revertida, después de una apelación y fue liberado.
José López Portillo y ‘El Negro’ Durazo
En otra de las revelaciones incluye un comunicado diplomático dirigido al entonces secretario de Estado Henry Kissinger, en el que el embajador de Estados Unidos en México, Joseph J. Jova, hace un recuento de su visita al presidente electo José López Portillo, en agosto de 1976.
En dicho encuentro el tema central fue la creciente preocupación de que López Portillo asignara a Arturo “El Negro” Durazo Moreno como miembro de su gabinete y/o de su equipo de trabajo en materia de seguridad.
Específicamente en algún papel significativo en el combate al narcotráfico, que había iniciado con mayor rigor el sexenio anterior.
Y es que, el gobierno de Estados Unidos libró una investigación contra el polémico jefe policial por narcotráfico.
En otro cable firmado por el embajador Jova, asegura que a su consideración Durazo Moreno debería ser detenido y juzgado si este ingresara a territorio estadounidense.
López Portillo le aseguró al embajador que una de las razones por las cuales era importante que Durazo Moreno permaneciera a su lado, era por que por que no solo era su amigo desde la infancia si no que también era un hombre leal y dada la situación de inseguridad, temía por la integridad de su familia.
En un análisis consular sobre el gabinete entrante de López Portillo, Jova hace un comentario que es enfático y califica textualmente a Durazo Moreno como un “reconocido narcotraficante que es amigo de la infancia del nuevo presidente López Portillo”.
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