FUENTE: http://www.movimientom4.org
Permitir la operación de la mina a cielo abierto en Tetlama, Morelos, concesionada a la empresa canadiense Esperanza Silver, “sería darle el tiro de gracia a la ecología de la región y del estado”.
No sólo contaminará con cianuro y mercurio mantos freáticos, bosques y parcelas cultivables de la región, sino que afectaría la zona arqueológica de Xochicalco y la propia ciudad de Cuernavaca –distante 12 kilómetros del proyecto–, debido a la incontrolable dispersión de polvo con químicos y metales, afirmaron representantes de los Pueblos y Ciudadanía Organizada, del estado.
Este martes, los activistas asistieron a la embajada de Canadá en México, donde se reunieron con Scott McCook, primer secretario de asuntos públicos, y Alexandre B. Cérat, primer secretario comercial, a quienes entregaron 16 mil 977 firmas solicitando la cancelación del proyecto minero. Asimismo, demandaron la intervención del gobierno de aquel país para detener un proyecto que pretende utilizar métodos prohibidos en la legislación canadiense, para la extracción de oro y plata.
Juan Jiménez Escobar, séptima generación de habitantes del municipio de Miahuatlán, de la comunidad de Xochicalco, dijo en entrevista que “como dueño de una parcela que ha estado en mi familia por más de 100 años, es tan indignante la situación y tan dolorosa que exigimos que no se asiente la Esperanza Silver en Morelos y no desaparezca la zona arqueológica de Xochicalco. Debemos de defender la salud de los pobladores de la zona frente a la devastación ecológica que generan las minas a tajo abierto”.
En tanto, Flora Guerrero y Paul Hersh informaron que los funcionarios que los recibieron en la embajada se comprometieron a entregar una carta al primer ministro canadiense, Stephen Harper, en la que se le pide que interceda ante la minera Esperanza Resources y le manifieste el rechazo de la comunidad a su proyecto, que abarca 15 mil hectáreas, concesionadas durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, mismas que se ubican alrededor de la zona arqueológica de Xochicalco.
“El estado de Morelos se encuentra ante un desastre ecológico; sólo sobrevive 17 por ciento de bosques y selva baja, el resto ya fue destruido; anualmente se pierden entre 3 mil y 4 mil hectáreas de bosques y selvas; después del estado de Tabasco, Morelos es la entidad más afectada ambientalmente. Esta es una de las razones por las que el proyecto minero debe ser cancelado”, sostuvo Flora Guerrero.
“El mismo documento será entregado próximamente al titular de la Semarnat (Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca”, adelantó Paul Hersch Martínez, quien dijo que el proyecto minero afectaría directa e indirectamente la vida silvestre y a especies amenazadas y en peligro de extinción, algunas endémicas, y causaría un grave impacto al entorno natural de la zona arqueológica de Xochicalco.
“El cianuro que usaría la mina es extremadamente tóxico, y su derrame podría matar la vegetación e impactar la fotosíntesis y las capacidades reproductivas de las plantas. Una porción de cianuro más pequeña que un grano de arroz sería suficiente para matar a un adulto“, advirtieron.
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