Los familiares de los delincuentes, no solo amenazaron a la víctima, sino también a los medios de comunicación y a los uniformados que los detuvieron.
Uno de los criminales, responde al nombre de Bryan Vázquez Arroyo, de 18 años de edad, mientras que el otro, es un menor de 17 que a la hora de su aprensión confesó haber cometido junto con su compañero el hecho delictivo y a quién se le encontró el juguete bélico junto con el teléfono de la joven mujer a quién habían asaltado minutos antes.
Tras lograr la detención a manos de elementos del grupo “Lince”, ambos criminales fueron entregados de inmediato a efectivos de la Policía Turística.
A pesar de que los confesos hechores amenazaron a los efectivos policiales de que “se iban a arrepentir si no los liberaban, ya que sus papás trabajaban en cargos públicos”, ambos fueron remitidos a la cárcel preventiva de la Capital Michoacana.
Sin embargo, las amenazas a los uniformados no solo quedaron en las palabras de los detenidos, sino también en voz de Griselda García Vázquez, madre del menor, quien dijo trabajar en la Subsecretaría de Prevención y Reinserción Social, de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) y, quien iba acompañada por un técnico profesional de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de nombre Abel Cardona Ortega.
Cardona Ortega, al igual que Griselda García, no solo amenazaron a los representantes de los medios de comunicación, sino también intentaron amedrentar con su cargo a los policías y a la jovencita, víctima del par de delincuentes.
“Más van a tardar en meterlos, que en que salgan libres, porque no saben con quién están tratando”, alardeaban ambos servidores públicos.
Por otra parte, se confirmó, que Bryan Vázquez, está relacionado también con algunos de los elementos de la Policía Ministerial quienes abordaron a la victima para cuestionarla sobre lo sucedido, ya que el padre del asaltante, se confirmó, perteneció a esa corporación de procuración de justicia.
Hasta el momento, ninguna de las dependencias en las que trabajan y/o trabajaban los familiares de los hechores (SSP Y PGJE) se han deslindado de las amenazas de sus trabajadores vertidas a medios de comunicación, elementos de seguridad y de la propia víctima.
No obstante, se espera que realicen la consignación correspondiente, que se actúe con transparencia y hagan su trabajo conforme a lo establecido en el Estado de Derecho, ya que aún tras las rejas, los asaltantes y los servidores públicos, no cesaban de burlarse y amedrentar a su víctima.
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