AUTOR: MELY ARELLANO.
Morena denuncia tortura, desaparición forzada, detención arbitraria contra uno de sus militantes
Tortura, desaparición forzada, detención arbitraria, cateo sin una orden ni acta circunstanciada y la negación del derecho a fianza son algunos de los delitos que cometió la Procuraduría General de Justicia (PGJ) contra Néstor López Espinoza, denunciaron integrantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena); por su parte el procurador del estado, Víctor Carrancá Bourguet, reconoció en entrevista que Néstor y otros dos jóvenes más, Eduardo Salazar Velázquez e Iván Isasola Vázquez, fueron detenidos por difundir invitaciones vía las redes sociales a manifestarse en contra de Enrique Peña Nieto durante el desfile del 5 de mayo.
En entrevista, el funcionario descartó, como se publicó en algunos medios de comunicación, que a los tres jóvenes detenidos se les hubieran encontrado material para fabricar bombas o algún otro elemento que hiciera pensar en una acción violenta durante la celebración oficial.
“Lo detienen, lo desaparecen 28 horas, hacen un cateo sin orden, no dejan el acta circunstanciada, después lo aparecen pero sólo dejan que su la mamá hable 30 segundos con él sin conocer su estado físico, posteriormente el procurador declara que solamente tienen información por internet, no conceden el derecho a fianza, que es un derecho humano también, y hoy está aquí en el Cereso de Cholula y no sabemos cuál es la calificación del juez sobre todo esto, no nos lo han comunicado, acabo de hablar con el abogado (de Néstor) y no lo tiene”, dijo René Sánchez Galindo, representante de Puebla en el Consejo Nacional de Morena.
Además, Carlos Figueroa, secretario de Derechos Humanos del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, aseguró que Néstor fue víctima de tortura pues lo tuvieron encapuchado, de rodillas y engrilletado.
La desaparición
Néstor salió de su casa en Chachapa, junta auxiliar del municipio de Amozoc, el viernes 3 de mayo a las 9 de la mañana rumbo al Instituto Nacional de Migración, donde realiza su servicio social.
Según testimonios de sus vecinos, una camioneta roja le cerró el paso y los sujetos que venían a bordo lo obligaron a subirse con amenazas de matarlo y empujones. Néstor gritó, pero todo fue tan rápido que nadie pudo hacer nada.
Su mamá, Verónica Espinoza Barbosa, estaba en su casa sin saber lo que le había sucedido a su hijo.
A las 2 y media de la tarde llegaron a su domicilio 30 personas que dijeron ser policías ministeriales portando armas largas, algunas iban en autos particulares, eran aproximadamente 24 hombres y 6 mujeres. Le dijeron a Verónica Espinoza que llevaban una orden de cateo, que no le enseñaron y de la cual tampoco le dejaron copia, y amenazaron con tirar la puerta si no les dejaba pasar.
Ella, asustada, les permitió el paso y preguntó por qué el cateo, a lo que claramente nunca le respondieron, sólo una mujer le dijo que era “para que no pasara lo mismo que en Boston”.
Durante el tiempo que estuvieron las 30 personas registrando el domicilio de la familia, Verónica Espinoza no sabía si llamar a alguien, cuando sacó su teléfono todavía pensando si hacerlo o no, los policías abrieron la puerta de una camioneta y sacaron más armas, lo que inhibió la intención de la señora que se sintió amedrentada.
En entrevista, el funcionario descartó, como se publicó en algunos medios de comunicación, que a los tres jóvenes detenidos se les hubieran encontrado material para fabricar bombas o algún otro elemento que hiciera pensar en una acción violenta durante la celebración oficial.
“Lo detienen, lo desaparecen 28 horas, hacen un cateo sin orden, no dejan el acta circunstanciada, después lo aparecen pero sólo dejan que su la mamá hable 30 segundos con él sin conocer su estado físico, posteriormente el procurador declara que solamente tienen información por internet, no conceden el derecho a fianza, que es un derecho humano también, y hoy está aquí en el Cereso de Cholula y no sabemos cuál es la calificación del juez sobre todo esto, no nos lo han comunicado, acabo de hablar con el abogado (de Néstor) y no lo tiene”, dijo René Sánchez Galindo, representante de Puebla en el Consejo Nacional de Morena.
Además, Carlos Figueroa, secretario de Derechos Humanos del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, aseguró que Néstor fue víctima de tortura pues lo tuvieron encapuchado, de rodillas y engrilletado.
La desaparición
Néstor salió de su casa en Chachapa, junta auxiliar del municipio de Amozoc, el viernes 3 de mayo a las 9 de la mañana rumbo al Instituto Nacional de Migración, donde realiza su servicio social.
Según testimonios de sus vecinos, una camioneta roja le cerró el paso y los sujetos que venían a bordo lo obligaron a subirse con amenazas de matarlo y empujones. Néstor gritó, pero todo fue tan rápido que nadie pudo hacer nada.
Su mamá, Verónica Espinoza Barbosa, estaba en su casa sin saber lo que le había sucedido a su hijo.
A las 2 y media de la tarde llegaron a su domicilio 30 personas que dijeron ser policías ministeriales portando armas largas, algunas iban en autos particulares, eran aproximadamente 24 hombres y 6 mujeres. Le dijeron a Verónica Espinoza que llevaban una orden de cateo, que no le enseñaron y de la cual tampoco le dejaron copia, y amenazaron con tirar la puerta si no les dejaba pasar.
Ella, asustada, les permitió el paso y preguntó por qué el cateo, a lo que claramente nunca le respondieron, sólo una mujer le dijo que era “para que no pasara lo mismo que en Boston”.
Durante el tiempo que estuvieron las 30 personas registrando el domicilio de la familia, Verónica Espinoza no sabía si llamar a alguien, cuando sacó su teléfono todavía pensando si hacerlo o no, los policías abrieron la puerta de una camioneta y sacaron más armas, lo que inhibió la intención de la señora que se sintió amedrentada.
Al marcharse se llevaron un CPU, una computadora portátil, papelería de Morena, libros, documentos y una memoria USB, y le aseguraron a la madre de Néstor que él estaba en la Procuraduría General de Justicia (PGJ), en calle Tlaxcala 47, colonia San Rafael Oriente.
Sin embargo al llegar a buscarlo le negaron que estuviera ahí. Y lo mismo les pasó cuando lo buscaron en otras agencias del Ministerio Público. En su desesperación, la noche del viernes pusieron una queja vía telefónica en la Comisión de Derechos Humanos (CHD) por desaparición forzada.
Durante la madrugada del sábado 4 de mayo, Morena lanzó una alerta sobre la desaparición y los hechos, y fue hasta después de la 1 de la tarde de ese día, más de 28 horas después de que se le viera por última vez, cuando al fin lo encontraron donde lo buscaron al principio: en la PGJ.
Ahí su mamá pudo verlo durante unos 30 segundos, en los que realmente apenas pudo hablar con él pues además se encontraba presente una tercera persona.
El supuesto atentado
Una nota publicada por Intolerancia Diario el sábado 4 de mayo reportó la detención de tres jóvenes que supuestamente pretendían “desestabilizar” los festejos del 5 de Mayo, que presidiría el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Rafael Moreno Valle, pero sólo mencionaba los nombres de dos: Eduardo Salazar Velázquez e Iván Isasola Vázquez.
Según la información firmada por el reportero Alfonso Ponce de León, las detenciones se realizaron a raíz de un cateo en Tlaxcalancingo que inició el jueves 2 de mayo y terminó en las primeras horas del 3 de mayo, el día que desapareció Néstor López.
La familia de Néstor supo que se le relacionaba con esos hechos hasta que en la PGJ reconocieron que se encontraba detenido ahí; sin embargo la PGJ no emitió información al respecto sino hasta cerca de las 10 de la noche de este domingo 5 de mayo, cuando a través de un comunicado dio a conocer que:
“Néstor López Espinoza, Eduardo Salazar Vázquez e Iván Ismael Guizasola Vázquez, fueron consignados dentro de la averiguación previa 215/2013/DMZS por los delitos de portación de instrumento prohibido, cohecho, desobediencia y resistencia de particulares.
“Las primeras dos personas fueron ingresadas al Cereso de Cholula mientras que la tercera persona está en el Cereso de San Miguel, en tanto la autoridad judicial define su situación jurídica, considerando que los delitos por los que se consignó no son considerados graves y alcanzan el beneficio de la libertad bajo fianza.
“A las tres personas se les investigó ante la advertencia de la posible comisión de hechos violentos previstos para el 5 de mayo a los que estaban convocando.
“La PGJ mantiene abierta una carpeta de investigación en torno al caso”.
Horas antes, en el marco del desfile del 5 de Mayo, el procurador Víctor Carrancá reconoció ante algunos medios que los jóvenes sólo “difundían a través de internet ese tipo de manifestaciones, sin embargo no hay ningún elemento que nos permita suponer que hubiera algún tipo de acción o fuera a realizar algún tipo de acción (violenta)”.
El procurador se refería a un evento que se abrió en Facebook denominado “Peña nieto en Puebla #Op5DeMayo” –el evento fue cancelado a las 23:34 del sábado— mediante el cual se organizaba la manifestación en contra del priísta. A los jóvenes se les vincula también con la página “Revolucion 2013 Puebla”, una página que se abrió en enero de 2013 con el mismo fin, coordinar las acciones que se llevarían a cabo como parte de la #OP5deMayo.
En una breve entrevista, Carrancá explicó que la situación jurídica de los detenidos se resolvería en cuanto el MP concluyera su averiguación previa, lo cual previó que ocurriera ayer mismo.
Dijo que dos de las detenciones habían ocurrido “cuando se realizaron algunas órdenes de cateo, en alguno de los casos hubo resistencia, otro de ellos tenía una arma blanca”, y que los cateos se habían hecho por una “denuncia anónima que nos daba cierta información” sobre “la posible realización de hechos violentos”, aunque al final reconoció que no encontraron explosivos, ni material para la fabricación de bombas caseras o molotov, sino sólo “equipo de cómputo y algunas cosas que vamos a dar a conocer en su momento”.
Linchamiento mediático, tortura, desaparición forzada…
Cerca de 50 integrantes de Morena se apersonaron la noche del domingo 5 de mayo en el Cereso de Cholula para exigir la libertad de Néstor López y de Eduardo Salazar. Ahí, Carlos Figueroa denunció que hay una “campaña mediática de linchamiento contra los compañeros, acusándolos de fabricar bombas molotov y de planear atentados violentos”.
“Pero –continuó- aun en el caso, suponiendo sin conceder, que esos compañeros estuvieran implicados en una acción de esta naturaleza, el comportamiento de las autoridades es totalmente censurable y violatorio de los derechos humanos”.
Figueroa, a nombre de Morena, acusó a las autoridades de la desaparición forzada durante 28 horas de Néstor López y de cometer tortura en su contra, por lo que recurrirán a “todos los medios pacíficos que tengamos para protestar contra estas violaciones. Demandamos un Estado de derecho en esta entidad que está mostrando signos muy preocupantes en los últimos meses, empezando por los encargados de la seguridad pública que han sido nombrados por Moreno Valle, con antecedentes de violaciones de los derechos humanos”.
El deslinde
Este domingo 5 de mayo, uno de los coordinadores de #YoSoy132Puebla, Arturo Moh, aseguró en rueda de prensa que ese movimiento estudiantil es ajeno a una convocatoria supuestamente impulsada por Anonymous, a través de las redes, para boicotear el desfile y ratificó el carácter pacífico del mismo.
Informó que #YoSoy132Puebla sólo ha programado un evento de carácter cultural al medio día para exigir la apertura de los medios de comunicación a la sociedad mexicana y la imparcialidad en los contenidos informativos de los noticieros de Puebla y el resto del país, todo ello, subrayó, con forma la pacífica que ha caracterizado al movimiento.
Sobre Néstor López Espinosa, Arturo Moh dijo que si bien fue parte de #YoSoy132, hubo un rompimiento por considerar que estaba relacionado con la rectoría y grupos porriles de la institución.
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