FUENTE: BLOG DE IZQUIERDA.
AUTOR: VÍCTOR HERNÁNDEZ.
No tenía ni dos días de que había presumido el gobierno priista de Enrique Peña Nieto que mantendrían al ejército en Michoacán hasta pacificarlo cuando de plano tuvieron que canjear a soldados retenidos por policías comunitarios presos ante la furia de cientos de personas de Buenavista Tomatlán que les ha estado insistiendo que se vayan a buscar a los verdaderos narcos, cosa que el gobierno de Peña Nieto no ha querido hacer.
Y es que ayer por la mañana el ejército arrestó a cuatro policías comunitarios por portar 4 armas largas y dos armas cortas, causando la molestia de los pobladores que exigieron su liberación.
Como no hizo caso el ejército, los pobladores de Tomtlán retuvieron a 28 soldados, incluyendo a un General, y advirtieron que no los liberarían hasta que liberaran a los policías comunitarios.
El ejército desde el principio pretendió desarmar a la gente de Tomatlán, pero les desde el principio también les respondió la gente que si dejan las armas, los Caballeros Templarios los matarían.
Es decir, Peña Nieto y su inepto secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pretenden criminalizar a la gente y no tocar a los narcotraficantes.
Pues les tronó en la cara. Por no querer entender la realidad de las comunidades afectadas por el narcotráfico, ahora el gobierno de Peña Nieto tuvo que caer en el bochorno de tener que canjear a sus soldados por cuatro policías comunitarios so pena de un levantamiento armado contra el gobierno en Michoacán.
Y ahora las cosas están peor que como estaban antes de que Peña Nieto iniciara su idiota plan de "pacificación" de Michocán. Luego de que los soldados fueran canjeados, la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasajeros y Turismosuspendió todas las corridas de autobuses, de entrada y de salida, hacia Buenavista Tomatlán.
Además se suspendieron las corridas hacia Coalcomán y Tepalcatepec y no se reanudarán "hasta que haya condiciones de seguridad."
Irónicamente, todo esto ocurría mientras Peña Nieto estaba en Colombia, de donde es oriundo su asesor de seguridad pública.
Así que una vez más queda demostrado que la estrategia de guerra contra el narco iniciada por Felipe Calderón y continuada por Enrique Peña Nieto no sólo es un fracaso, sino que además Peña Nieto la empeoró al pretender usarla contra la gente y no contra los narcos.
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