FUENTE: SUBVERSIONES.
El pasado 18 de mayo de 2013 tuvo lugar en la comunidad de Nuevo Paraíso, municipio de Cualác, Guerrero, el Primer Encuentro de las Comunidades Indígenas en territorio de la Policía Ciudadana y Popular (PCP) llevando como título, “Nikan tinonamikej uan tikijtoua totlajtol” (Aquí nos encontramos y decimos nuestra palabra). La comunidad estaba preparada desde temprano para recibir a los invitados de las demás comunidades de las zona, a los policías integrantes de la PCP, la prensa y pueblo en general, la escuela del pueblo se encontraba dispuesta para que en los salones se llevaran a cabo las mesas de trabajo, el pequeño patio tenía lonas para proteger del calor y el desayuno nos esperaba ya en cada uno de los trastes que llevaban varias familias hasta este patio de escuela.
Toda la jornada transcurrió en calma y con mucha organización. Los casi doscientos policías ciudadanos y populares hacían filas para desayunar, instalaban el sonido, traían garrafones de agua, hacían el registro de los recién llegados. Salvo contadas excepciones, los presentes provenían de comunidades cercanas o bien de Olinalá y Temalacatzingo. Con mucha seriedad se nos pidió que acompañáramos la formación para la marcha que se realizaría como primer acto del evento, por lo que no tardamos en regresar de nuevo a la carretera –casi empapados de sudor y sin mucho agua en las botellas- para apostarnos en los vértices de una formación bien organizada.
Pareciera ser que en Guerrero las marchas sobre la carretera y los caminos aledaños a las comunidades son parte esencial de toda buena organización que cuente con una estructura, principios políticos y un posicionamiento determinado. Este es también el caso de la PCP, que guardando los protocolos necesarios a la usanza guerrerense, comenzó con una marcha encabezada por los coordinadores regionales e integrantes del Consejo de Gobierno, Seguridad y Justicia, quienes llevaban en sus brazos, la bandera nacional.
Con fortuna, la vida y los sombreros nos dieron oportunidad de seguir cada paso de las dos formaciones que bloquearon por un momento la carretera que viene de Tlapa y que llega hasta Olinalá. Nuevamente es preciso repetirlo, todo en calma, ninguna presencia incómoda de las instituciones estatales. La gente, hombres, mujeres y niños caminaban acompañando a quienes seguro son familiares, amigos o simplemente las personas en quien confían para lograr lo que ningún gobierno ha podido: tranquilidad.
Luego de la entrada de los policías al patio de la escuela –unos dirían, al paraíso- el evento continuó con la entonación del himno nacional en náhuatl y luego en castilla. Los saludos posteriores y los mensajes de bienvenida también pasaron por este orden, primero en la lengua del lugar y de la zona, luego la otra, sí, esa, la lengua que vino de fuera. Ya con varios policías armados de jarras de agua cristalina y vasos, repartiendo por todo el lugar, una de las compañeras responsables de la estructura de la PCP, la compañera Sitlaly, dio lectura al Manifiesto Político de la Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia-Policía Ciudadana y Popular (CRSJ-PCP). Un documento extenso que plantea no sólo un análisis de las condiciones económicas, políticas y de inseguridad que se viven en Guerrero, también se trata de un documento que plantea las motivaciones más vivas para construir una organización como la PCP y sus estructura política; dicho manifiesto plantea el posicionamiento de esta organización respecto a los partidos políticos, el gobierno estatal y el gobierno federal pero también caracteriza a la actitud de la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG) y se deslinda de sus recientes pactos con el gobierno de Ángel Aguirre; sin embargo, y es preciso anotarlo, también hace una crítica política a la Coordinadora Regional Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), obviamente bajo términos de compañerismo aunque no de adhesión. Para conocer a detalle el manifiesto completo, es posible descargarlo aquí:
http://agenciasubversiones.org/archivos/MANIFIESTO%20PCP%2018%20MAYO%20.pdf
Como última parte de este encuentro se llevaron a cabo tres mesas de trabajo bajo los siguientes temas puntuales:
a) El comportamiento político del gobierno frente a la PCP y el movimiento social independiente.
b) El Sistema de Seguridad y Justicia de los Pueblos Indígenas
c) Alianzas estratégicas, coyunturales, riesgos y Plan de acción mínimo.
Dentro de distintos salones de la escuela que nos recibió se desarrollaron discusiones bajo metodologías específicas a cada mesa organizadora. Las aulas estuvieron llenas durante las dos horas de trabajo y se abordaron las problemáticas de cada tema, opiniones generales, análisis, resolución de dudas y comentarios. Era una sensación agradable la que recorría los pasillos y las aulas mientras los y las policías discutían, planteaban dudas o bien daban sus testimonios personales del porqué habían decidido entrar en esta organización popular. Por la dificultad de transmitir los detalles de cada discusión intentamos sintetizar los resultados en algunas entrevistas y en un video más largo que retrata de manera testimonial algunos componentes de la PCP, tan sólo es necesario ir al final de esta entrada y se podrán ver directamente cualquiera de los cuatro videos que acompañan esta nota.
Durante la hora de la comida pudimos conversar de manera más relajada con algunos policías y también fuimos objeto de bromas y algunas burlas al no entender muy bien la broma. La comida durante todo el encuentro estuvo deliciosa y de alguna manera hermanaba a propios y extraños. Sentados en el patio de la escuela, comiendo esas enormes y deliciosas tortillas (características de todo el estado, si se me permite la generalización), aquellos frijoles o el pozole blanco, así nos mirábamos entre nosotros, como parte de una experiencia a la que se nos permitió acercarnos para conocer y romper los prejuicios y las inconsistentes informaciones que la prensa corporativa no se cansa de escupir por todos lados. A quienes encontramos en esta comunidad paradisiaca fueron a seres humanos como nosotros, piel morena y un ánimo infranqueable para que este país cambie de una vez y para siempre, no vimos a ningún grupo del crimen organizado que estuviera dirigiendo a la PCP, simplemente conocimos de cerca de a seres humanos con problemas concretos y con propuestas claras para resolverlos. Y con un sentido culinario muy agradable.
A manera de conclusión quisiera resaltar uno de los conceptos que se usaron a lo largo de toda la jornada y sobre el cual se hizo hincapié por su papel fundamental: soberanía popular. No pretendo dar una definición exacta y precisa de esta idea política, pero si puedo apuntar que lo que se incluye dentro de este gran saco es la capacidad que tienen los pueblos de organizarse de manera autónoma y decidir el curso de su caminar político, social, económico y cultural, es decir, la capacidad de ejercer el poder de manera popular. A esta idea central se le vincula, dentro de las discusiones dadas aquí, con una democracia participativa y con la inutilidad de partidos políticos que desvirtúen el quehacer político lo llenen de corrupción y violencia. Para la PCP la construcción de la soberanía popular es el objetivo de su lucha y concentraran sus fuerzas –tal y como lo han hecho desde hace trece años, previos a su aparición pública este 2 de diciembre de 2012- en lograrla. Para la PCP no se trata sólo de un ejercicio de seguridad comunitaria sino de justicia social, así lo expresaron en aquel patio de escuela en la comunidad de Nuevo Paraíso, mujeres, hombre y niños.
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