AUTOR: GEORGINA HOWARD.
El Gobierno busca aplicar un sistema de seguridad social que incluya a los 30 millones de personas que pagan impuestos y no cuentan con un servicio de este tipo.
Para ello, los legisladores alistan diversas reformas, sobre todo en materia fiscal, a fin de contar con impuestos generales que permitan al gobierno tener más recursos que faciliten unificar los sistemas de salud.
Se analiza, en principio, la portabilidad de coberturas y la converegencia.
De acuerdo con el presupuesto de egresos, el gasto social, particularmente en salud, ha crecido 82 por ciento en términos reales entre 2000 y 2012.
Se estima una inversión de 4 mil millones de pesos que impulse la calidad de los servicios de salud y la medicina preventiva.
Datos oficiales revelan que de 1970 al 2010 la población de 70 años y más aumentó de 3 a 10 millones.
A ello se suma un incremento de las enfermedades crónico-degenerativas, como el cáncer y diabetes, donde el costo por atender un adulto mayor es siete veces más caro que el del resto de la población.
Para el 2050, de 3.7 millones de mexicanos con más de 65 años de edad que existe actualmente, habrá 23 millones.
La propuesta
En un primer esquema, se buscará que este nuevo programa brinde acceso efectivo y universal a la salud, seguro de vida e invalidez, y pensión mínima de retiro.
Pero debe incluir sostenibilidad fiscal y generar los incentivos deseables.
El borrador al que tuvo acceso Reporte Indigo, muestra que se busca la convergencia de los sistemas de salud, con portabilidad y énfasis en la prevención y la atención al primer nivel.
Pero se establece la separación del financiamiento y la prestación del servicio de salud.
Se habla de una pensión universal mínima (medio salario mínimo al momento del retiro) con cuentas individuales.
El documento propone reformas a los sistemas actuales de pensiones para tender a su homologación y sustentabilidad, así como promover la parte contributiva de las pensiones voluntarias.
La finalidad es brindar protección social universal financiada con impuestos generales al consumo, al ingreso y a las ganancias, sin privilegios.
En suma, esta propuesta tendrá que ir aparejada con la reforma hacendaria y los cambios propuestos que anunciará el gobierno federal.
Los detalles
- Busca que la gente tenga un ingreso mínimo que le permita hacer frente a las eventualidades cuando sea adulto mayor.
- Se pretende financiarlo con impuestos generales como el cobro del IVA, exceptuando una canasta básica, incluso devolviendo esa tributación al primer quintil de la población.
- Se propone tomar el 3.5 por ciento que se obtiene en Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre 1.0 y 1.5 del Impuesto Sobre la Renta (ISR), de 1.5 a 2.0 de la gasolina, lo que da más del 6.6 por ciento que se requiere para implementar la reforma que se propone.
- El trabajador participaría con dicha aportación al momento de pagar sus impuestos, y ya no tendría que erogar más.
- Si quiere aumentar su pensión, tendrá que hacer pagos a su Afores de manera individual, lo mismo si opta por contratar un seguro privado.
- La ventaja es que la aportación del trabajador al IMSS se le quedaría, y las empresas ya no tendrían que destinar a esa Institución las cantidades actuales, sólo la prima de riesgos de trabajo.
- El pago de la Afore saldría del mismo porcentaje para contar con una pensión.
- Los recursos que se irían a las afores con esta propuesta, serían 180 por ciento más de lo que reciben a la fecha estos fondos.
- Con este planteamiento se desdibuja lo que es el sector formal del informal, pues al quitarle la parte de seguridad social a la Ley del IMSS, sólo queda la relación contractual.
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