AUTOR: JESUSA CERVANTES.
Cuando el secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño falleció a raíz de un percance de aviación, el gobierno mexicano clamó por la ayuda de Estados Unidos. Peritos de ese país colaboraron durante más de un año con México, pero la administración calderonista nunca difundió las conclusiones de los expertos. Ahora, cuatro años y medio después del hecho, Proceso da a conocer los resultados de esos análisis, que desmienten la conclusión oficial: El avionazo en el que falleció Mouriño no se debió forzosamente a una turbulencia o a la ineptitud de los pilotos.
Con lo anterior queda en entredicho la versión de las autoridades mexicanas, según la cual la aeronave se desplomó debido a ese fenómeno.
En las valoraciones elaboradas a petición de México se revela incluso que la aeronave volaba “301 mil veces por encima del nivel de riesgo para el que fue diseñada”. También hace “una fuerte recomendación” para que el aeropuerto de la Ciudad de México cumpla los estándares de separación entre una nave y otra fijados por la Organización de Aviación Civil Internacional.
Además la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos enlista en su página en internet los cinco accidentes más importantes del mundo. Entre ellos se encuentra el del Learjet XC-VMC, respecto del cual se considera como “causa probable” una pérdida de control por la baja altura en que la aeronave iba volando.
Se explica: “Pérdida de control a baja altura y, después, impacto de la aeronave con la tierra por el encuentro con la estela de turbulencia producida por la nave que la precedía”.
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1906 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
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