FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ANTONIO HERAS.
TIJUANA, B.C. (apro).- Marco trabaja de chofer en Playas de Tijuana, aunque vive en una colonia popular de la periferia cerca de Playas de Rosarito.
Su hogar es uno de los 14 mil afectados por el apagón analógico decretado por el gobierno federal. De la noche a la mañana, se quedó sin servicio de televisión por carecer de la tecnología para recibir la señal digital.
Para él no hay explicación alguna sobre la pifia en la distribución de decodificadores por parte de la empresa Teletec de México, contratada por la Comisión Federal de Telecomunicaciones para esa tarea.
La noche del pasado martes uno de sus televisores –el que estaba en la sala–, dejó de transmitir, por lo que los miembros de su familia tuvieron que meterse a su recamara para ver su programa favorito.
Marco cuenta que con trabajos pudo comprar el número de una rifa que resultó premiado con un televisor que cuenta con dispositivo digital. Sus hermanos y familiares no tuvieron esa suerte, por lo que desconoce qué van a hacer.
Por lo pronto, no sabe qué hacer con la tele que tiene en la sala de su casa: venderla o tirarla, pues “no hay de otra”.
Previo al apagón analógico que convirtió a Tijuana en la primera ciudad digital, al menos 500 usuarios exigieron en el ayuntamiento de Tijuana que les entregaran la antena que permitiera seguir usando sus aparatos, lo que motivo al alcalde Carlos Bustamante a mostrar renuencia a la transición hasta en tanto se distribuyan las cajas convertidoras de señal digital.
Nunca pensó que la Cofetel remitiría a los usuarios que lo solicitaran en el municipio, lo que les provocó molestias fundadas al quedarse sin su único medio de entretenimiento familiar: la televisión.
Mientras se bajaba el interruptor de la televisión analógica, el Consejo General de Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Baja California se pronunció por posponer la transición digital hasta después de la jornada electoral del 7 de julio ante el “hecho público y notorio que el alcance de la Televisión Digital Terrestre no ha llegado a la totalidad del electorado que vive en el municipio de Tijuana, y en aras de asegurar a los ciudadanos el ejercicio de los derechos político electorales, de llevar a cabo la adecuada promoción del voto y coadyuvar al fortalecimiento y difusión de la cultura cívica y política”.
Su aplicación, de acuerdo con los consejeros electorales, trae consigo el riesgo de que no todos los ciudadanos estén en posibilidad de recibir los mensajes de la autoridad local y de los partidos políticos, lo que podría disminuir la participación ciudadana, no solo en la concurrencia a las casillas, sino en la adecuada integración de mesas de casilla e impediría ejercer un voto razonado y, a su vez, limitaría las prerrogativas de los partidos políticos.
El listado nominal de Tijuana supera el 50% del electorado, cuyos registros son del orden de 2 millones 300 mil ciudadanos en total.
El despacho Krakosvi y Asociados representa a 400 usuarios que solicitaron cuatro amparos colectivos, dos de ellos de Tijuana y uno por cada municipio de Tecate y Rosarito, a quienes afecta de manera directa la medida porque cuentan con servicio de televisión abierta a partir de las antenas repetidoras instaladas en Tijuana.
Sin embargo, la noche del pasado martes se procedió a bajar el switch, sin importar que 14 mil 204 hogares de Tijuana resultaran afectados y un número incalculable de familias de Tecate y Rosarito que no fueron considerados en el contrato de la Cofetel.
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