En días pasados mediante una investigación periodística se dio a conocer que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) condonó a Televisa la cantidad de más de tres mil millones de pesos debido a que la empresa se metió al programa “Ponte al corriente”, mediante el cual se busca recuperar adeudos fiscales anteriores a 2007. Si bien este programa surgió en la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Congreso la Unión, presidida por el Partido Acción Nacional yaprobada por mayoría en el Congreso, es cierto que tuvo un amplio respaldo por parte del Ejecutivo Federal. Consideramos que si bien esa iniciativa puede ser útil a pequeños y medianos contribuyentes que por diversos factores hubieran caído en un adeudo en sus contribuciones, nos indigna como sociedad que una empresa como Televisa utilice estos programas para beneficiarse y evadir de facto tres mil millones de impuestos, cuando justamente esas grandes empresas son las que tendrían que ser un pilar de las finanzas públicas en el país. Vemos con indignación esto debido a la falta de criterio en cuanto a la aplicación de dicho programa, beneficiando a empresas que poseen la capacidad economica de pagar sus deudas.
No aceptamos que la empresa que dirige Emilio Azcárraga, uno de hombres más ricos del mundo, con un fortuna valuada en aproximadamente 2 500 millones de dolares, acuda a argucias legales o argumente falta de solvencia económica para evadir el pago de impuestos.Es indigno que mientras la fortuna de Azcárraga Jean creció en varios miles de millones de dolares en el último año, que se verá beneficiado con nuevas inversiones en Telecomnicaciones, y que puede comprar un yate de lujo con valor de más de 2000 millones de pesos, tenga la nula calidad moral para no pagar impuestos. Queremos denunciar que Televisa y la familia Azacárrga han sido uno de los actores más dañinos a la sociedad mexicana, que durante décadas se han beneficiado del favor de los polítios en turno para extender su monopoliio televisivo en toda la república, llegando a una concentración del 68%, lo que ha servido para que durante décadas mantengan sometida a la población que carece de cultura, imponiendo un sistema de consumismo que solo ha conseguido destruir económicamente, culturalmente y socialmentemente a dicha población, logrando una enajenación detestable y del todo nociva.
Es Televisa la empresa que ha roto los principios básicos de la soberanía del Estado, es la empresa que ha impuesto una Telebancada en el Congreso de la Unión para que estos seudo servidores del pueblo, le sivan a sus intereses particulares, es la empresa que ha corrompido a representantes de la clase política, y ha logrado someterlos a sus mandatos. La telebancada, al servicio de las dos grandes televisoras del país, fue el instrumento para que en la pasada Reforma de Telecomunicaciones los privilegios de las televisoras no fueran tocados, y para que legislen y aprueben estas medidas de condonación de impuestos q beneficio de sus verdaderos jefes. Es así que Televisa usa de manera irresponsable la concesión que tiene por parte del Estado, pues no retribuye económicamente los jugosos beneficios económicos que obtiene de la explotación del espacio radioeléctrico, que es propiedad de la nación.
La regla no escrita desde los sexenios priistas de José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, así como en los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, es favorecer fiscalmente al monopolio televisivo.
Desde la entrega de concesiones de decenas de canales sin pago de contraprestación alguna, la condonación de los adeudos fiscales y financieros consentida por Ernesto Zedillo durante la crisis de la sucesión de Azcárraga Milmo en 1997, la eliminación de los tiempos fiscales con el decretazo de 2002 en el sexenio de Vicente Fox, y la supresión del pago de derechos en la Licitación 21 durante el gobierno de Felipe Calderón, la constante de todos los gobiernos ha sido la de beneficiar a Televisa.
El día de hoy Peña Nieto presenta el Plan Nacional de Desarrollo, pero es claro que no puede haber éxito en ningún Plan Nacional de Desarrollo si la SHCP y el Ejecutivo fomentan la condonación de deudas a las grandes empresas del país, que fomentan la evasión de impuestos, qué Plan Nacional de Desarrollo puede tener éxito si se mantienen esos privilegios y sólo se exprimen a los pequeños contribuyentes. Ese es el reflejo de la política de Enrique Peña Nieto, beneficiar y seguir siendo cómplice de los grandes empresarios corruptos del país, mientras la mayoría de la sociedad mexicana saca adelante al país a toda costa.
Por esto nos preguntamos ¿Hasta cuando la historia dejará de ser la misma a la que nos hemos acostumbrado? Los que nos despojan la esperanza son los mismos de siempre. Gobierno y empresarios continúan sumiendo a nuestro país en el caos y la miseria. No es la primera vez que algo similar a esto sucede en nuestra patria. Las formas, las acciones, los mecanismos, las leyes son distintas, pero la intención es la misma: Seguir siendo cómplices de que los ricos sean más ricos, y a los pobres más pobres. Basta recordar que en en 2007 el Gobierno perdonó casi 74 mil millones de pesos, de los 578 mil millones que empresas de diversas ramas adeudaban, lo que equivalía a 25% de los dos billones 260 mil pesos presupuestados para ese año. Esa es la lógica política del país en el que vivimos, del país en el que estamos luchando y para el que queremos un futuro distinto. Se le condonan los impuestos a Televisa en medio de una crisis económica, en un país devastado por el analfabetismo, el desempleo, el hambre y la miseria. Se condonan los impuestos cuando los niños de México van descalzos a la escuelas sin techo, van con hambre, van con el paso cansado de horas de largo andar. Se condonan impuestos para que unos compren más yates, se condonan impuestos para dejar más estómagos vacíos. Se condonan impuestos para que unos disfruten cenas en restaurantes lujosos, se condonan impuestos y los políticos corruptos compran con dinero robado al pueblo cientos de trajes y zapatos de lujo, se condonan impuestos para que cierren más escuelas. Se condonan impuestos para desunir a las familias con el padre que parte rumbo al Norte.
Los que destruyen al país con sucias imágenes son premiados. Los que construyen la esperanza, el mundo nuevo, son pisoteados, reprimidos, perseguidos, violados, eliminados. El absurdo es ley en esta tierra gobernada por los “menos”. El cinismo, la ironía y la injusticia se aprueban por decreto oficial en fiestas de frac y levita en algún salón de Los Pinos. Pagan menos impuestos los que más ganan, los que más se beneficían de la sobreexplotación de los trabajadores, pagan más impuestos los que menos ganan. Cualquier intento por hacer que al menos prevalezca la más esencial lógica será silenciado con fusiles de imágenes y publicidad de fuego y descalificaciones a las luchas sociales.
Los impuestos se quedan en las arcas sagradas, blindadas e intocables de los temporales “dueños” de esta tierra. Nunca un solo peso podrá ser sembrado en el tractor para un campesino, podrá ser el hilo que cierre la herida provocada por una bala perdida, podrá ser el cuaderno donde un niño pueda escribir sus sueños. La violencia de un país que agoniza no se detendrá hasta que el dinero que se condona a los que saquean lo que es nuestros, lo que es de todos, no se derrame sobre el sórdido paisaje de miseria, hambre y desigualdad que lleva por nombre México
¿Para qué sirven 3 mil millones de pesos en el país? ¿Qué hacer en el país donde muere una persona cada hora por no tener los recursos suficientes para comprar comida según cifras del propio INEGI ? ¿Qué hacer en el país con 52 millones de personas que se duermen y despiertan sin probar un solo bocado? ¿Qué hacer en el segundo país con más multimillonarios de América Latina? ¿Qué hacer por la injusticia, la desigualdad? Es tiempo de hacernos preguntas. Es tiempo de cuestionar, de interpelar, de actuar. Es tiempo de revertir la historia que nos han impuesto. Es tiempo de que nazca una nueva patria. Esa es nuestra convicción, ese es el motivo que nos da aliento para seguir luchando. Hoy sentimos en los más profundo de nuestros corazones esos millones de pesos que han sido robados a nuestro pueblo en el intento de enviarnos definitivamente al abismo de la desesperanza. Hoy reafirmamos nuestro compromiso con los más pobres, con los desposeídos, con los que han sido marginados. Hoy reafirmamos la esencia de nuestras luchas, las de ayer, las de hoy, las de mañana: Construir un México justo, libre y digno. Construir un país para todos, y no para unos pocos, no para los pocos que nos roban y nos mienten.
El #YoSoy132 nace de nuevo como un llamado a la participación de la sociedad civil en la vida pública de este México herido. Por ello el 23 de mayo o #23Mx es memoria, es acción, es indignación, es tú, soy yo, somos nosotros ardiendo juntos de nuevo:
-El 23 de Mayo convocamos a todas y todos, en todos los rincones de este país a expresar su solidaridad y adhesión al #YoSoy132, colguemos mantas de los puentes peatonales, cartulinas desde nuestras ventanas, pósters en las escuelas, notas a mano en los centros de trabajo con la leyenda “#YoSoy132 naceremos las veces que tengamos que nacer.”
-Concentrémonos el Jueves 23 de Mayo en el CEN del PRI del Distrito Federal a las 4pm armados con un libro en la mano. Al interior de la república repliquemos la acción conentrándonos en las Oficinas principales del PRI. Demostremos nuestra indignación de manera pacífica pero activa.
Hoy no olvidamos, hoy también hacemos memoria a las 49 vidas robadas por la corrupción en el caso de la Guardería ABC, expresamos nuestra solidaridad con las madres y padres que mantienen su exigencia de justicia, hoy se cumple el plazo del compromiso que Enrique Peña Nieto hizo por escrito en Junio de 2012, mientras se encontraba en campaña, para resolver este caso tan emblemático de corrupción y compadrazgos. No hay más prórroga, basta de impunidad.
Rumbo al #23Mx, día de la juventud en resistencia, día de la dignidad y la rebeldía de los jóvenes, día en que reafirmemos nuestro compromiso en seguir organizados, decimos: “Naceremos las veces que tengamos que nacer”
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