AUTOR: SUSANA GONZÁLEZ G.
Al comprarlo en establecimientos o por piezas se encarece más incluso que la carne de res o cerdo. Subió hasta 43% su precio desde diciembre.
En las centrales de abasto que monitorea el SNIIM un pollo entero se vende al menudeo hasta en 34.80 pesos por kilo, siete pesos más a los 27.80 pesos en que se comercializaba como precio máximo durante la primera semana de diciembre de 2012, pese a que las autoridades y el sector avícola han insistido en que no hay desabasto y se han controlado los brotes de influenza aviar registrados este año en Jalisco, Guanajuato, Tlaxcala y Puebla. El llamado pollo rosticero se vende más caro, entre 36 y 37 pesos, aunque subió en la misma proporción que el pollo entero.
El alimento se ha encarecido todavía más en mercados, pollerías y tiendas de autoservicio, donde Profeco reporta que el pollo entero se vende entre 31.90 y 44.90 pesos por kilo. Esta última cifra implica destinar 70 por ciento de un salario mínimo por un kilo de esa carne, cuya producción y consumo entre los mexicanos se incrementó en los últimos años porque resulta más accesible por su precio, además que junto con el huevo es una de las principales fuentes de proteína para la población.
El alza del precio es mayor en la venta por piezas: para comprar un kilo de pechuga en centrales de abasto se desembolsan entre 17 y 20 pesos más que en diciembre pasado, porque de costar entonces entre 40 y 46 pesos, ahora se pagan entre 57 y 66 pesos, es decir, 43 por ciento más caro.
En los supermercados se encarece más: la sucursal de Soriana en Tacubaya vende la pechuga hasta en 85 pesos por kilo. Con ello, esta pieza resulta más cara que algunas partes de la carne de res o cerdo, como la molida a granel o el bistec de diezmillo, que se expenden en 45.90 y 69 pesos, respectivamente, según Profeco.
El SNIIM detalla que en centrales de abasto el kilo de muslo al menudeo se vendió entre 20 y 29 pesos en diciembre de 2012. En mayo de 2013 los precios oscilan entre los 32 y 40 pesos, lo cual representa un aumento de entre 15 y 38 por ciento, dependiendo de la central.
Hace cinco meses los precios mínimo y máximo del retazo oscilaban entre 6 y 12 pesos, pero este mes llegaron a 14 y 21 pesos, lo que implica un encarecimiento de 13 hasta 35 por ciento. Ni siquiera se salva el kilo de vísceras de pollo, que de venderse entre 2 y 4 pesos en diciembre, ahora se consigue entre 3 y 5 pesos, o sea un alza de 50 por ciento.
La de pollo, pondera Financiera Rural (Fira), “es la carne más producida en México”. Su consumo entre los mexicanos rebasó los 20 kilos per cápita al comenzar el siglo XXI y desde entonces se disparó 65 por ciento, de acuerdo con datos del sector pecuario y la Unión Nacional de Avicultores (UNA). En 2000 el consumo de pollo llegó a 19.86 kilos per cápita y el año pasado se elevó hasta 32.87 kilos, es decir 13 kilos más en promedio por habitante.
Datos de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca) detallan que casi 70 por ciento de la población consume pollo, cuando en 2000 era 64 por ciento. En cambio, al comenzar este siglo, 98 por ciento de los mexicanos comía carne de res y 25 por ciento de puerco, pero esas cifras bajaron a 53 y 20 por ciento, respectivamente.
El aumento en la ingesta de pollo ha ido aparejado de mayor producción en el país, ya que sólo en 2012 la producción de pollo “en canal” ascendió a 932 mil 587 toneladas, lo que quintuplica la producción de carne de puerco, que fue de 172 mil 763 toneladas, y supera por 31 veces la correspondiente a la carne de res, calculada en 30 mil 174 toneladas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
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