FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: ALEJANDRO CRUZ.
Durante cuatro años, Celerina López vivió y trabajó en Texas, Estados Unidos, mismas veces que ingresó sin documentos al vecino país del norte antes de poder instalarse en ese estado.
Cruzar la frontera fue muy difícil: me pasaron muchas cosas, una vez casi me ahogaba y en otra la policía nos agarró a mí y a mis amigos y nos apuntaron con la pistola, recuerda la mujer, quien además iba embarazada.
Nos llevaban a Nuevo Laredo, nos bajaban del camión y nos aventaban; y otra vez volvíamos a cruzar, dijo al explicar cómo fue que ella y sus cinco acompañantes fueron deportados en tres ocasiones.
Finalmente, la mujer de 29 años logró establecerse, pero ante el miedo de ser nuevamente deportada, decidió regresar al Distrito Federal, donde vive con sus dos hijos. La mujer, nacida en Estados Unidos, acaba de recibir su acta de nacimiento expedida por el Registro Civil de la ciudad de México y podrá tener acceso a la doble nacionalidad.
Con este documento, aseguró el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Hegel Cortés Miranda, la menor podrá tener acceso a los servicios de salud, educación y programas del gobierno de la ciudad de manera gratuita.
En los últimos cuatro años, el gobierno de la ciudad ha entregado 670 actas a hijos de migrantes que han regresado a vivir al DF, ya sea porque fueron expulsados o porque decidieron hacerlo por voluntad propia.
En 2009, Celerina, junto con su marido decidió probar suerte e irse a Estados Unidos ante la falta de trabajo y los bajos salarios cuando había éste. Durante su estancia en esa ciudad prefería “encerrarme, no podía ir a gusto a pasear o de compras, porque vivía siempre con miedo a que la migra me agarrara, sentía que todo el tiempo estaba detrás de mí”.
Pese a esa experiencia, Celerina reconoce que a veces quisiera volver a cruzar la frontera”, pues sus condiciones en México no han cambiado, tiene trabajo sólo dos o tres veces a la semana, ahora tiene dos hijos y no alcanza para vivir.
Por el momento, la joven intenta poder acceder a los programas sociales del gobierno capitalino, cuya política, señaló Cortés Miranda, es visibilizar y reconocer a los migrantes en retorno, apoyarlos con los diferentes programas sociales y brindarles oportunidades de empleo para una vida digna en su regreso, para lo cual se lleva a cabo un programa de credencialización.
De las 670 actas de nacimiento expedidas a hijos de mexicanos nacidos en Estados Unidos, 347 son de mujeres y 323 de hombres. Los estados de procedencia son, principalmente, California, Texas, Carolina del Norte, Illinois y Nevada.
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