AUTOR: Natalia Antezana Bosques.
Mientras tanto, elementos de seguridad universitaria no dejaban ingresar a nadie al recinto hasta que no se les diera la instrucción, argumentaban.
“Dialogo sí, no represión”, era la primera parte de una oración que escribía una alumna con tinta negra sobre una cartulina café, al lado de la puerta del Auditorio. Se la veía temerosa y desconfiada, pero a la vez orgullosa de la hazaña y de las demandas, que ella y su movimiento exigían.
“Las autoridades no están aquí, pero nosotros vinimos a dar la cara a la comunidad estudiantil. Prueba de eso es que el auditorio está cerrado y nosotros pensamos que hoy iniciaría el diálogo, pero no se pudo llegar a un acuerdo con las autoridades”, explicó una alumna de la Facultad de Filosofía y Letras quien a través de un comunicado se dirigió a los estudiantes presentes, casi una hora después de la cita original. También estaban presentes maestros, camarógrafos, fotógrafos y reporteros que se empujaban unos a otros para obtener el mejor cuadro y escuchar nítidamente lo que la vocera decía.
Los estudiantes explicaron que en el documento que el abogado general les entregó el 30 de abril, se decía que el diálogo se establecería cuando ambas partes estuvieran de acuerdo en las reglas preestablecidas para el mismo, entre otras condiciones.
Esto no ocurrió, ya que los estudiantes están dispuestos a entablar el diálogo en periodo de clases, en días hábiles y con la participación de la comunidad universitaria. En cambio, las autoridades, plantean que las mesas de negociación se lleven a cabo del 9 de mayo al 15 de junio, periodo de exámenes de los universitarios y fin del ciclo escolar.
Ante esta reacción los estudiantes informaron que ellos sí empezarían a trabajar en un diálogo con los universitarios, para lo cual formarían mesas de trabajo para informar al estudiantado lo sucedido hasta el momento y las demandas del movimiento.
En estas mesas también se darán conferencias dictadas por maestros de la UNAM, quienes harán una lectura crítica, desde el punto de vista académico, sobre la reforma a los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH). Asimismo, se realizarán asambleas esta semana para seguir discutiendo las acciones que tomará el movimiento.
“Esto no ha terminado. Aquí estamos y seguiremos trabajando”, informa una de las voceras después de leer el comunicado oficial. “No se vayan, los invitamos a participar de las mesas y a cerrar propuestas”, explica la joven con voz tranquila y firme.
“El próximo jueves 17 de mayo, acá estaremos esperando a las autoridades”, dice ella, mientras termina de explicar que en la semana tendrán una reunión con representantes de rectoría para intentar concretar las reglas para, ahora sí, dialogar frente a frente, el rector y los estudiantes.
Por la tarde, el abogado general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, declaró que el diálogo no se realizó por la intolerancia de los alumnos, quienes exigen que el diálogo se realice en agosto. Dio a conocer un comunicado en el que la UNAM ratifica su postura a favor del diálogo. Los estudiantes sostuvieron que desean la participación de la comunidad, pero que de realizarse el diálogo en mayo y junio ésta se encontraría en periodo vacacional, con lo que Rectoría busca que los encuentros pasen desapercibidos.
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