El ex regente del Distrito Federal narró cómo su caso -acusación por peculado por más de 400 millones de pesos- llegó a manos de la magistrada Rosalba Becerril, ex pareja del ministro Genaro Góngora, quien le negó un amparo; después la Corte determinaría que la sentencia en su contra era improcedente.
En entrevista con Noticias MVS primera emisión Espinosa contó que su libro “es una reflexión de 30 años de vida profesional y pública, en la Bolsa de Valores y en diferentes cargos dentro del gobierno federal”.
Señaló que su libro “no está dedicado a nadie”, pero comentará lo sucedido con la ex magistrada Becerril, porque el tema “se ha vuelto un asunto de la mayor relevancia”.
Acusación por “peculado”
Espinosa comentó al aire la acusación en su contra que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) fincó en su contra el 22 de febrero de 2000 por la presunta comisión de peculado de 420 millones de pesos cometido en perjuicio del erario de la ciudad, el cual, cinco años después, derivó en una sentencia condenatoria de cuatro años y medio de prisión dictada por tres magistrados del fuero común, y que después pasó a manos de la justicia federal.
Los abogados interpusieron una demanda de amparo, pero la autoridad judicial capitalina le negó una suspensión provisional de la sentencia.
Espinosa Villarreal basaba su solicitud de amparo en que no había competencia de los tribunales capitalinos para llevar su caso pues había sido funcionario federal(hasta 1997 el gobierno del DF era nombrado por el Presidente).
Expuso que como en 2000 tenía fuero -era secretario de Turismo- se llevó a cabo un proceso de desafuero, que comparó con el del ex jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador.
El ex regente del DF calificó el juicio en su contra como ”proceso perverso”, porque -dice- careció de reglas objetivas para proceder en su contra; por ello, sugirió que sean instancias independientes quienes determinen un desafuero, y no la Cámara de Diputados ni los partidos políticos.
En manos de la magistrada Becerril
Indicó que la magistrada Rosalba Becerril le negó el amparo que solicitó. Pero años después, Becerril buscó a Espinosa.
La ahora ex magistrada lo citó en una casa, en Toluca, donde le reveló que había recibidoamenazas de muerte presuntamente ”firmadas por el propio Espinosa Villarreal”, lo que él rechazó.
Villarreal comentó que los anónimos que le enviaron a la magistrada lo hicieron ir a la Procuraduría General de la República (PGR) a presentar una denuncia de hechos, la cual no dio resultados.
“(Ella) quería dejar registro de que había sucedido y que no tenía que ver, que había otra nueva intencionalidad”, dijo Espinosa.
Comentó que incluso buscó a Genaro Góngora Pimentel, quien entonces formaba parte de la Suprema Corte, sobre el que no sabía que tenía un vínculo sentimental con Becerril, incluso 2 hijos.
Espinosa Villarreal concluyó que su caso vivió la “parte buena”, cuando la Corte determinó que era improcedente la sentencia en su contra, dictada por autoridades locales.
Aseveró que en su caso vivió la “politización de la justicia” y dijo que sería importante que se constituya una comisión Anticorrupción en el actual sexenio de Enrique Peña Nieto.
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