Luego de las cifras dadas por el gobernador mexiquense sobre los asesinatos de mujeres en la entidad que gobierna, Teresa Incháustegui negó que la situación sea mejor en el Edomex, lo que pasa es que ha empeorado en estados del norte.
Texcoco, Edomex, 25 Jun: Recientemente, el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, informó de manera oficial que “de 2011 a la fecha se han registrado 133 casos de feminicidio, de los cuales el 80% han sido resueltos, derivando en 50 personas sentenciadas”.
Sin embargo, esta cifra fue puesta en duda por diversos estudiosos del tema, pues aunque el feminicidio fue tipificado en aquella entidad como un delito (en marzo de 2011) su incidencia parace no tener fin.
En oposición a esas cifras, la coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), María de la Luz Estrada, explicó que de marzo de 2011 a diciembre de 2012, en el Edomex hubo 563 asesinatos de mujeres, de los que sólo 115 fueron tipificados como feminicidios. Y los municipios donde principalmente ocurrieron estos casos son: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Chimalhuacán, Naucalpan, Tultitlán e Ixtapaluca.
Hay que tomar con cuidado las cifras
Por su parte, la doctora en ciencias políticas Teresa Incháustegui Romero dijo, en entrevista para Contrapapel.mx, que si bien el Edomex no ocupa el primer lugar a nivel nacional en feminicidios “no es porque la situación haya mejorado ahí, sino que ha empeorado en otras partes como Chihuahua, Sinaloa, Baja California, Durango, Nuevo León, estados que son el ‘top ten’ en feminicidios”.
Indicó que las cifras proporcionadas por el gobernador Eruviel Ávila deben ser manejadas con mucho cuidado, pues a partir de la tipificación de este delito, en 2011, el número disminuyó, ya que los asesinatos de mujeres se consideran feminicidios si caen en la tipificación establecida por la autoridad.
“Hay casos donde los jueces dicen que es un suicidio, pero los niños dicen que el papá estranguló a la mamá. En estos casos hay un efecto de manipulación que puede provenir tanto del Ministerio Público como de los jueces”, aseveró la ex diputada federal.
Incháustegui también proporcionó cifras que distan de las ofrecidas por Eruviel: en 2011 hubo 338 defunciones de mujeres con presunción de homicidio y certificadas por forenses, “estamos hablando de un feminicidio diario, las cifras son altas”.
Sin embargo, dijo que para medir de manera más precisa este fenómeno se debe recurrir a la tasa, es decir al número de feminicidios por cada cien mil habitantes; por ejemplo, el norte del país es 36 veces más riesgoso para una mujer que el Estado de México o el Distrito Federal.
Con respecto a que el 80% de los casos han sido resueltos, como reportó Eruviel, la estudiosa del tema comentó que esto “sí se tendría que ver con los familiares de las víctimas, porque según los informes que tenemos, la gente no está muy conforme con las investigaciones y la resoluciones dadas por las autoridades”.
Al preguntarle sobre su diagnóstico de este asunto, la doctora respondió que hay una persistencia fuerte del feminicidio al interior de la vivienda, ya que ocupa un 40% y ha sido una constante en los últimos 25 años; sin embargo, en vía pública se está incrementando, donde se usan armas de fuego para acabar con la vida de las mujeres y, agregó la investigadora, posiblemente intervienen organizaciones criminales.
Lo que deben hacer las autoridades
Teresa Incháustegui indicó que las autoridades deben fortalecer las capacidades institucionales para la investigar estos delitos. Y es que muchas veces forense no certifica la muerte, no toma huellas ni indicios tanto del cuerpo como de la escena del crimen. Además, añadió, se deben promover protocolos de cómo deben actuar los peritos. “Que la autoridad mande un mensaje en el que indique que no es tolerado el asesinato de las mujeres.”
Propuso, además, la difusión permanente de los derechos de las mujeres: especificar que no es natural que las maltraten ni cualquier tipo de violencia en el noviazgo. Para esto, dijo, “hay que trabajar con los varones en cuanto a las relaciones que establecen y desalentar la violencia, es importante la educación.”
El gobierno y su temor a la alerta de género
Como ocurrió en 2011, el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (SNPASEVM), optó por posponer su decisión sobre la declaratoria de la alerta por violencia de género en el Estado de México hasta el 19 de julio, reveló hace poco Amnistía Internacional.
En su turno, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género en la Cámara de Diputados, Martha Lucía Mícher Camarena, aseguró que “Aun cuando la alerta de género es una oportunidad para que una entidad pueda replantear sus acciones para erradicar la violencia contra las mujeres, se ve (la alerta) como una amenaza.
“Es increíble. No les da vergüenza a los estados, ni les importa la vida de las mujeres, por anteponer la política”.
La legisladora perredista advirtió que es urgente homologar el término de feminicidio, porque “cada estado lo ha definido a su antojo, lo que ha provocado un absoluto fracaso” de las políticas dirigidas a eliminar la violencia contra el género.
Sin lugar a dudas, el tema es muy espinoso
De 1985 a 2010 –periodo en que políticos como Emilio Chuayffet, Arturo Montiel y el propio Peña Nieto gobernaron el Edomex– se contabilizaron diez mil 502 muertes violentas de mujeres. Esta cifra representa el 28.68% de las 36 mil 606 defunciones femeninas con presunción de homicidio certificadas a nivel nacional en estos 25 años.
Desde entonces, los gobiernos del Edomex, priistas todos, han simulado acciones respecto al tema de la violencia contra la mujer. Ha sido un tema minimizado, ocultado y banalizado.
Sin embargo, esta cifra fue puesta en duda por diversos estudiosos del tema, pues aunque el feminicidio fue tipificado en aquella entidad como un delito (en marzo de 2011) su incidencia parace no tener fin.
En oposición a esas cifras, la coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), María de la Luz Estrada, explicó que de marzo de 2011 a diciembre de 2012, en el Edomex hubo 563 asesinatos de mujeres, de los que sólo 115 fueron tipificados como feminicidios. Y los municipios donde principalmente ocurrieron estos casos son: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Chimalhuacán, Naucalpan, Tultitlán e Ixtapaluca.
Hay que tomar con cuidado las cifras
Por su parte, la doctora en ciencias políticas Teresa Incháustegui Romero dijo, en entrevista para Contrapapel.mx, que si bien el Edomex no ocupa el primer lugar a nivel nacional en feminicidios “no es porque la situación haya mejorado ahí, sino que ha empeorado en otras partes como Chihuahua, Sinaloa, Baja California, Durango, Nuevo León, estados que son el ‘top ten’ en feminicidios”.
Indicó que las cifras proporcionadas por el gobernador Eruviel Ávila deben ser manejadas con mucho cuidado, pues a partir de la tipificación de este delito, en 2011, el número disminuyó, ya que los asesinatos de mujeres se consideran feminicidios si caen en la tipificación establecida por la autoridad.
“Hay casos donde los jueces dicen que es un suicidio, pero los niños dicen que el papá estranguló a la mamá. En estos casos hay un efecto de manipulación que puede provenir tanto del Ministerio Público como de los jueces”, aseveró la ex diputada federal.
Incháustegui también proporcionó cifras que distan de las ofrecidas por Eruviel: en 2011 hubo 338 defunciones de mujeres con presunción de homicidio y certificadas por forenses, “estamos hablando de un feminicidio diario, las cifras son altas”.
Sin embargo, dijo que para medir de manera más precisa este fenómeno se debe recurrir a la tasa, es decir al número de feminicidios por cada cien mil habitantes; por ejemplo, el norte del país es 36 veces más riesgoso para una mujer que el Estado de México o el Distrito Federal.
Con respecto a que el 80% de los casos han sido resueltos, como reportó Eruviel, la estudiosa del tema comentó que esto “sí se tendría que ver con los familiares de las víctimas, porque según los informes que tenemos, la gente no está muy conforme con las investigaciones y la resoluciones dadas por las autoridades”.
Al preguntarle sobre su diagnóstico de este asunto, la doctora respondió que hay una persistencia fuerte del feminicidio al interior de la vivienda, ya que ocupa un 40% y ha sido una constante en los últimos 25 años; sin embargo, en vía pública se está incrementando, donde se usan armas de fuego para acabar con la vida de las mujeres y, agregó la investigadora, posiblemente intervienen organizaciones criminales.
Lo que deben hacer las autoridades
Teresa Incháustegui indicó que las autoridades deben fortalecer las capacidades institucionales para la investigar estos delitos. Y es que muchas veces forense no certifica la muerte, no toma huellas ni indicios tanto del cuerpo como de la escena del crimen. Además, añadió, se deben promover protocolos de cómo deben actuar los peritos. “Que la autoridad mande un mensaje en el que indique que no es tolerado el asesinato de las mujeres.”
Propuso, además, la difusión permanente de los derechos de las mujeres: especificar que no es natural que las maltraten ni cualquier tipo de violencia en el noviazgo. Para esto, dijo, “hay que trabajar con los varones en cuanto a las relaciones que establecen y desalentar la violencia, es importante la educación.”
El gobierno y su temor a la alerta de género
Como ocurrió en 2011, el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (SNPASEVM), optó por posponer su decisión sobre la declaratoria de la alerta por violencia de género en el Estado de México hasta el 19 de julio, reveló hace poco Amnistía Internacional.
En su turno, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género en la Cámara de Diputados, Martha Lucía Mícher Camarena, aseguró que “Aun cuando la alerta de género es una oportunidad para que una entidad pueda replantear sus acciones para erradicar la violencia contra las mujeres, se ve (la alerta) como una amenaza.
“Es increíble. No les da vergüenza a los estados, ni les importa la vida de las mujeres, por anteponer la política”.
La legisladora perredista advirtió que es urgente homologar el término de feminicidio, porque “cada estado lo ha definido a su antojo, lo que ha provocado un absoluto fracaso” de las políticas dirigidas a eliminar la violencia contra el género.
Sin lugar a dudas, el tema es muy espinoso
De 1985 a 2010 –periodo en que políticos como Emilio Chuayffet, Arturo Montiel y el propio Peña Nieto gobernaron el Edomex– se contabilizaron diez mil 502 muertes violentas de mujeres. Esta cifra representa el 28.68% de las 36 mil 606 defunciones femeninas con presunción de homicidio certificadas a nivel nacional en estos 25 años.
Desde entonces, los gobiernos del Edomex, priistas todos, han simulado acciones respecto al tema de la violencia contra la mujer. Ha sido un tema minimizado, ocultado y banalizado.
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