AUTOR: CÉSAR CEPEDA.
La elección del 2015 se presenta para el PAN como una oportunidad de oro para volver a gobernar el Estado de Nuevo León. La alcaldesa Margarita Arellanes, el exalcalde Mauricio Fernández, y el exdiputado Felipe de Jesús Cantú puntean.
Pero la apuesta del PRI es a la descomposición del PAN en su proceso por seleccionar al candidato albiazul para competir por la gubernatura en el 2015.
La alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes; el exalcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, y el exdiputado federal Felipe Cantú, encabezan la lista de aspirantes albiazules.
Pero no son los únicos: en los círculos panistas se habla también de las posibilidades de Fernando Elizondo, Carlos de la Fuente, Ugo Ruiz y todavía hay algunos que no descartan a Fernando Larrazabal.
Encabezando las encuestas
La alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, está convertida en la nueva estrella del PAN de Nuevo León para recuperar en el 2015 la gubernatura.
La munícipe albiazul tiene a su favor su condición de mujer, su contundente triunfo electoral hace un año, en las elecciones por la Alcaldía regia, y una popularidad en ascenso desde que tomó protesta al frente del Municipio.
Y tiene además la nómina del Ayuntamiento de Monterrey y el presupuesto para posicionarse como la aspirante más fuerte para la elección del 2015.
La elección del nuevo Consejo Estatal del PAN, donde quedó ubicada en primer lugar como consejera, confirmó la nueva reconfiguración de poderes en Acción Nacional y el rol protagónico de Arellanes.
Para consolidarse como candidata del PAN a la gubernatura, Arellanes tendrá que sortear el tema del “chapulinazo” y enfrentar el desgaste público que le representará el ser alcaldesa de la capital del estado.
En su partido político algunos panistas consideran que Margarita ha cometido el error de ventilar sus intenciones prematuramente, lo que ha provocado que ya esté en la lupa, tanto de sus competidores en el PAN, como de sus adversarios del PRI.
‘El comodín’ del panismo en NL
El exalcalde de Monterrey es el único panista que ha declarado públicamente que competirá por la “grande” en el 2015.
El también exdiputado federal está trabajando internamente entre la militancia panista, que será la que decida quién será el candidato albiazul a la gubernatura en el 2015 si el CEN no designa otra vez directamente al abanderado.
Este trabajo político y su alianza con los líderes de la Neocúpula albiazul, Raúl Gracia y Zeferino Salgado, le permitieron ubicarse en cuarto lugar en la elección del nuevo consejo albiazul de hace dos meses.
Cantú tiene a su favor que su nombre transita entre los jefes de la neocúpula albiazul, entre los panistas tradicionales y también con los líderes del nuevo grupo de la División del Norte, encabezado por José Serrano e Iván Garza.
Pero la carrera de Felipe Cantú tiene en su contra la falta de victorias electorales.
A excepción de aquella por la Alcaldía de Monterrey, cuando se impuso a Leopoldo Espinosa Benavides en la elección del 2000, no tiene triunfos electorales.
Ha sido dos veces diputado federal, una vez legislador local, pero siempre ha llegado por la vía de la representación proporcional.
Muy popular, dice que no quiere
No hay duda que el exalcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, es el panista que goza de mayor aceptación entre los aspirantes a la gubernatura de Nuevo León, tanto del PRI como del PAN.
La mayoría de los ciudadanos lo considera como el político que necesita el estado para resolver el problema de la inseguridad y el crimen organizado.
En una contienda con Mauricio Fernández en la boleta, en este momento, no habría nada qué hacer para el PRI en el 2015.
Pero el carácter cambiante de Fernández y la posibilidad que salgan a relucir sus acuerdos polémicos que hizo cuando gobernó la Alcaldía de San Pedro debilitarían la candidatura de este exsenador panista de “mecha corta”.
Quizás fue por eso que Mauricio Fernández se autodescartó de la contienda y declaró hace un mes que no le interesa la gubernatura de Nuevo León, y que prefiere regresar a gobernar la Alcaldía de San Pedro.
El alfil del grupo San Nicolás
El exalcalde Carlos de Fuente será el alfil con el que jugará el Grupo San Nicolás en la elección para elegir al candidato albiazul a la gubernatura de Nuevo León.
La apuesta es que el exdirector de la SCT, Zeferino Salgado, jefe de la neocúpula, apoyará a De la Fuente para posicionarlo dentro del PAN hasta que lleguen los tiempos de negociación entre los diferentes grupos de poder.
De la Fuente representa el único proyecto que garantiza a Zeferino Salgado, y posiblemente a Raúl Gracia, que su poder en el PAN prevalezca en caso de que el partido recupere la gubernatura de Nuevo León en el 2015.
La candidatura para De la Fuente tiene en su contra su paso gris por la Alcaldía nicolaíta y la mala administración que hizo gobernando este municipio, convirtiéndolo en el más endeudado del país.
Con ese historial tendrá que lidiar de aquí en adelante la carrera del nicolaíta Carlos de la Fuente.
Cazando la oportunidad
Una coyuntura política podría catapultar al alcalde de San Pedro, Ugo Ruiz, a la candidatura del PAN a la gubernatura de Nuevo León.
Finalmente fue un conjunto de circunstancias la que llevó a Ruiz a convertirse en el alcalde del municipio más rico de México.
Ruiz llegó a este cargo con pocas expectativas pero ha sorprendido a propios y extraños con las decisiones que ha tomado, incluso en contra de su padrino político el exalcalde panista Mauricio Fernández.
La designación del empresario Bernardo Bichara como secretario del Ayuntamiento acercó a Ugo Ruiz con la clase empresarial de Monterrey, un poder que influye en la selección del candidato albiazul a la gubernatura.
Hasta el momento Ugo Ruiz no se ha pronunciado públicamente sobre sus aspiraciones, pero se sabe que ha tenido reuniones, tanto con empresarios, como con grupos panistas del estado para abordar ese tema.
Larrazabal todavía la busca
Hay quienes aseguran que el exalcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal, está políticamente muerto desde el 2011, cuando estalló el escándalo en el que se vio involucrado su hermano Jonás con el Casino Red de Sergio Gil.
Pero el diputado federal panista no ha declinado a sus aspiraciones por convertirse en el candidato del PAN a la gubernatura.
Larrazabal está aislado en el PAN y fue traicionado por sus antiguos aliados, el senador Raúl Gracia y el exalcalde Zeferino Salgado, en la pasada elección del Consejo.
Hace un mes fue excluido del Consejo Estatal y también del Comité Directivo albiazul. No tiene la nómina municipal como antes, ni tampoco estructura que le permita sobrevivir políticamente.
Pero tiene dos ventajas a su favor: su relación cercana con Gustavo Madero, líder del PAN nacional, y la estructura financiera que ha conseguido integrar para las campañas de otros albiazules.
Por el ‘dedazo’
La única posibilidad que tiene el exgobernador Fernando Elizondo de ser candidato del PAN a la gubernatura es que el Comité Ejecutivo Nacional vuelva a designarlo, como pasó en el 2009.
El exsenador panista no tiene fuerza para ganar una contienda interna en el PAN, pese a que sigue gozando de buena imagen y reputación entre los ciudadanos de Nuevo León.
Elizondo cada vez está más solo y sin alianzas dentro del albiazul, siendo rebasado por nuevos liderazgos como los que representa la alcaldesa Margarita Arellanes y el exalcalde Felipe Cantú.
Hace un mes Elizondo fue exhibido en Acción Nacional y ni siquiera logró que el PAN de San Pedro lo propusiera como candidato al Consejo Estatal del partido.
Pero Elizondo jugará sus cartas y será factor en la negociación para que el albiazul designe a su candidato a la gubernatura en dos años y posiblemente la Alcaldía de San Pedro esté en juego.
En los círculos panistas se asegura que Elizondo presionará para buscar conseguir la candidatura de su cuñado, Luis David Ortiz, o de su hijo, Fernando Elizondo, para la Alcaldía sampetrina.
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