Granier se presentó a declarar ayer miércoles de manera voluntaria durante 12 horas continuas y sólo se suspendió la comparecencia por motivos de salud del exmandatario.
En sus primeras declaraciones, Granier rechazó que durante su gestión (2007-2012) hubiera encubierto “acciones u omisiones” que generaran daños al erario o “un enriquecimiento indebido de mi parte”.
Además, responsabilizó al gobierno de Arturo Núñez Jiménez de orquestar la campaña de desprestigio en su contra, y lo acusó de emplear las instituciones y leyes penales “con un ánimo persecutorio en mi perjuicio”.
Durante su comparecencia en la Unidad de Fiscalización de Lavado de Dinero de la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO), el exfuncionario manifestó que no ha cometido delito alguno en relación con los hechos que se le atribuyen, entre ellos la desaparición de mil 900 millones de pesos de recursos federales que no se aplicaron en salud, educación y seguridad pública.
“No di lugar a tramas financieras o empresariales que fueran el medio para la realización de conductas perjudiciales del patrimonio público de esta entidad federativa”, puntualizó Granier Melo.
Ayer por la noche, la PGR informó que será hasta que concluya su declaración ministerial cuando la dependencia informe “en su oportunidad sobre la situación del exmandatario tabasqueño”.
La PGR detalló, en un comunicado, que Granier declara en compañía de su abogado, Eduardo Luengo Creel, en torno a la averiguación previa VEIORPISAM/AP/ 078/2013.
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