En entrevista con Aristegui en CNN en español, Jorge Bustamante de la Universidad de Notre Dame, afirmó que el incremento de los agentes fronterizos equivale a un número mayor a violaciones a los derechos humanos.
El experto sostuvo que la respuesta de México no puede ser “más frustrante” cuando el embajador Eduardo Medina Mora dice que la reforma migratoria es un “asunto interno…. creí que lo iban a corregir pero no sucedió así”.
Bustamante comentó que el hecho de que el gobierno de Enrique Peña Nieto no diga nada sobre la reforma migratoria, está violando la Constitución, la cual dice que se deben defender a los connacionales en el extranjero.
Por su parte, Jorge Durán, de la Universidad de Guadalajara, relató que la reforma migratoria es una obsesión para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, primero porque no han pasado muchas de sus propuestas en el Legislativo y porque con esa decisión asegura el voto latino para las próximas elecciones.
Al ser cuestionado sobre las condiciones de los senadores republicanos para aprobar la reforma en el Senado, entre ellas duplicar la patrulla fronteriza, aseveró que si no daban este paso tan extremo iba a ser muy difícil pasar la ley, sobre todo en la Cámara de Representantes.
Durán recordó que en los últimos cinco años a migración indocumentada había disminuido gracias a las medidas en la frontera pero dijo que el control de la frontera siempre ha sido una obsesión para los republicanos en particular para el grupo que pertenece al “Tea Party”.
El especialista añadió que el presidente Peña Nieto tiene dos herencias, la del gobierno anterior de “desmigratizar” la relación bilateral y la vieja tradición priísta de “dejar hacer, dejar pasar”.
“La respuesta de México siempre ha sido reactiva pero en esta ocasión no se está viendo nada… es muy lamentable que México no haya trabajado como otros países para lograr ventajas para sus connacionales”, concluyó.
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